Debate: de izquierda a derecha: Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría

Debate: de izquierda a derecha: Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría

Sin Acritud…
Marc Celino Breadnwine (8/12/2015)
Una banda sonora de Ennio Morricone, y un plató sustituido por una calle de cualquier pueblo al Oeste del Pecos era lo que faltaba.

Pero a mi entender, propio privado y particular, no sólo estaban los cuatro pistoleros con los dos padrinos en la liza. Hubo dos quintos personajes, por un lado la sombra de un candidato que realmente debía estar allí pero que Génova en un alarde no muy brillante por lo previsible, sabía que lo de desenfundar y disparar de cadera no solo no era una de sus características más sobresalientes, y que además, era un blanco demasiado grande y fácil para los tres pistoleros a los que se debía enfrentar.

El otro quinto personaje masacró a uno de los debatientes. A Pedro «handsome guy»  Sánchez le cayeron los tiros que a usted le de la gana por la memoria del PSOE, el otro Quinto Personaje. En la guarida de Ferraz más consciente que inconscientemente le echaron a los leones, con un Pablo «sweet stoneheart» Iglesias que le tenía en su punto de mira desde el minuto uno, sabiendo que su oportunidad pasaba por machacarle. Y le machacó. Inmisericorde, le machacó. El saco de votos socialistas que obtuvo como botín le pueden aupar y mucho.

Era muy complicado que la corrupción y el paro dejasen a «Calamity» Soraya la oportunidad de un tiro cómodo a cualquiera de los otros tres, aunque fue terriblemente cauta a la vista de que PDR SNCHZ estaba en un rincón recibiendo un castigo terrible por el Killer Iglesias. A su probable socio en el siguiente golpe, Albert «Maverick» Rivera no le interesaba más que asustarle con tiros al suelo entre sus piernas. Pero sin hacerle daño. Esas balas rebotan con ángulos inusitados.

El Sin Vocales patético. Absolutamente. Ferraz lo sabía y sabe que tienen que esperar a tiempos mejores. Desgañitado, nervioso, agresivo y lastrado. Terriblemente lastrado por un pasado donde las sombras son legión y los destellos son posturales si es que realmente hay alguno.

Y «maverick» Rivera, nadando y guardando la ropa. Sabe batirse en duelo pero es consciente que los tiros que matan son los  del 20-D. Y sabe sumar y mucho. Y sabe -espero- que le falta poner las botas en la Carrera de San Jerónimo y conocer el terreno que pisa de primera mano. Es un Snipper con paciencia y el objetivo al que quiere volar la cabeza estaba anoche fuera del alcance de su arma. En Doñana, donde no se puede cazar, de momento.

Esperemos que house water watch cooper.com sea capaz de acoger a los que reciban las peores heridas, tal como apuntaba en la anécdota en la mención equivocada de «Sweet Stoneheart» a los Jordi Sevilla que acaben mordiendo el polvo sin la posibilidad de enfrentarse en nuevos duelos.

Price& Waterhouse Coopers le agradecen enormemente la publicidad gratuita que Iglesias le otorgó anoche. Las Big Four las debe conocer cualquier pistolero que quiera acabar en el porche de su granja mirando la puesta del sol.