Internacional
Espacios Europeos (14/4/2017)
Venezuela, Rusia, China Corea del Norte, Temen y Siria, son algunos de los “puntos calientes” que Estados Unidos tiene abiertos. No ha sido Donald Trump el inductor de esas políticas del caos y de la guerra, la mayoría de esos “proyectos” son heredados, va en la genética de las distintas administraciones estatales del país. Del eslogan “América para los americanos” del presidente James Monroe (Doctrina Monroe), han pasado a “todo el Mundo para los americanos”.
Estados Unidos tiene una espina clavada en su corazón con Corea del Norte, y trata por todos los medios de acabar con su régimen dictatorial. Pero su intención no es salvar al mundo de un sátrapa de los muchos que existen, ni pretende que la democracia impere en ese país. Además de querer quitarse esa espina, lo hace para así cercar más a su competidor mundial económico, que es China.
Estados Unidos ha conseguido atraerse a Japón para ese objetivo. Y, lógicamente, también a Corea del Sur, eterno enemigo de sus paisanos del Norte. Aunque ha habido momentos en que los dos países han tratado de acercarse, incluso llegaron a abrir un parque industrial en Kaesong, que fue boicoteado para que no llegara a fructificar.
Los medios occidentales critican y nos dan todo tipo de informaciones acerca de los misiles que prueba Pionyang, pero son más benevolentes con los planes del Pentágono y sus aliados. Que sepamos, Corea del Norte no ha lanzado ninguna bomba atómica ni ha invadido ningún país, y tampoco tiene bases militares fuera de su territorio.
El caso es que la armada de Japón está a punto de realizar maniobras militares con Estados Unidos, para ello los dos países han desplegado portaaviones y buques de acompañamiento y protección al Mar Meridional de China. Estas maniobras se llevan a cabo en una creciente tensión de declaraciones y mostración de fuerza militar que o pueden conducir a nada positivo. Ante esta grave situación, el Presidente chino, Xi Jinping y Donald Trump se han comprometido a desnuclearizar la zona.
En un comunicado, el Ejército estadounidense afirma que “Este ejercicio es similar a las diversas operaciones que llevamos a cabo con regularidad con las fuerzas de autodefensa japonesas (nombre de las Fuerzas Armadas niponas) en el Pacífico oeste y que están destinadas a mejorar el trabajo de equipo, las competencias operacionales y nuestra preparación”.
Las maniobras son una pura exhibición de fuerza en una zona en la que Japón y China se disputan la soberanía del archipiélago Senkaku (en japonés) y Diaoyu (en chino).
Por su parte, Pionyang ha manifestado que la política que lleva a cabo la actual Administración estadounidense es más belicista que la de Barack Obama.