Internacional
Espacios Europeos (10/5/2017)
Greenpeace ha lanzado una campaña internacional, en la que nos recuerda que en el Ártico vuelve a estar amenazado. Y es que el Presidente de EE. UU., Donald Trump, quiere abrir el Ártico a las empresas petroleras estadounidenses.
Greenpeace nos recuerda que “primero logramos sacar a Shell de sus aguas. Luego, que Obama y Trudeau lo protegieran. Y entonces llegó Trump”. Pero el presidente Trump ha firmado dos órdenes ejecutivas que “vuelven a poner en riesgo el Ártico”. Y se pregunta “¿Y qué significa esto?” Pues ni más ni menos que “se abre de nuevo la posibilidad de abrir pozos en alta mar para la extracción de gas y petróleo, con el devastador impacto que eso tendría para las personas, la fauna y el clima del Ártico”.
El perjuicio de esa medida es enorme. Por ejemplo –afirma Greenpeace-, que “millones de personas en Alaska podrían ver destruido su medio de vida si ocurriese un accidente. Además, el Ártico es hogar de animales tan impresionantes como el oso polar, el búho nival o el narval, y el cambio climático es más evidente en esta región, que se derrite al doble de velocidad que el resto del planeta”.
Dos campañas bastaron para impedir que la empresa Shell acabara con el Ártico, y ahora el mundo se enfrenta a estas órdenes de Trump: “Hasta Obama retiró a las petroleras del tablero Ártico en Alaska. Con estos últimos movimientos, Trump invita a sus colegas de la industria petrolera a que vuelvan. Pero se va a chocar de frente con las millones de personas que están comprometidas con defender este ecosistema único para la salud del planeta”, finaliza la nota de Greenpeace.
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Acabar con el Ártico, Búho nival, cambio climático, Donadl Trump, Greenpeace, Narval, Obama, Oso polar, Petroleras en el Ártico, Shell, Trudeau