GreempeaceMedio Ambiente/Ecología
espacioseuropeos (5/4/2015)
La Administración Obama ha dado permiso a la multinacional del petróleo Shell  para perforar en el mar de Chukchi, en aguas de Alaska. Con toda seguridad Shell comenzará a extraer petróleo del Ártico este verano.

La ONG Greenpeace comenta en su página de Internet que “este anuncio se da el mismo día en el que EE.UU. hacía pública su estrategia contra el cambio climático de cara a la reunión que tendrá lugar en París a finales de año (…) Por un lado Obama habla de recortar emisiones y por otro facilita al gigante del petróleo a ir a la última frontera del hielo a extraer más combustibles fósiles que están causando el cambio climático. No se puede jugar a dos bandas con el clima”

Los riesgos de perforar en el Ártico parecen importarle poco a la Administración Obama que dice una cosa, pero hace la contraria: “Un vertido en el Ártico sería inabordable, incluso en verano cuando la climatología de la zona es más benigna, y tendría unas consecuencias irreparables para la biodiversidad y las comunidades de la zona”, afirma Greempeace en su campaña contra ese permiso . 

Hay que recordar –comenta la misma fuente- que la última vez que estuvo en el Ártico la empresa Shell, “encalló la plataforma Kulluk en la costa de Alaska y el propio departamento de Interior (Estados Unidos)  habla de un 75% de posibilidades de un vertido de más de 1.000 barriles si Shell realiza las prospecciones. Escandaloso”.

A pesar de que el proceso de obtención de los permisos necesarios no ha finalizado, todo parece indicar que la empresa petrolera “debe tener muy claro que va a lograr su objetivo dado que desde hace días una de las plataformas que pretende usar en el Ártico, la Polar Pioneer, está cruzando el Pacífico camino a la costa oeste de EE.UU.”

“Con esta decisión, la administración de Obama acaba respaldar a Shell en sus irresponsables planes de explotación del Ártico”,  afirma Greempeace. 

El barco Esperanza, de la organización ecologista, con seis voluntarios a bordo de la embarcación, navega cerca de la plataforma, con el respaldo de más de siete millones de personas que han firmado No a una petición para que no haya perforaciones en el Ártico.