Mi Columna
Eugenio Pordomingo
(14/6/2017)
La respuesta que dio la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini al eurodiputado español Florent Marcellesi, del grupo EQUO, me ha llamado enormemente la atención. El eurodiputado, preocupado por cierto opositor guineano y por la situación en general de Guinea Ecuatorial, le preguntó a Mogherini sobre lo que pensaba hacer al respecto la Unión Europea.
La titular de la cartera de tan rimbombante título, como Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, admitió la situación política, muy «negativa», que existe en Guinea Ecuatorial, asegurando que la UE apoyaría cualquier medida que ayude a «mejorar la situación de los Derechos Humanos y las libertades políticas», que es algo así como no decir nada, pero que se hace para tranquilizar al personal.
El eurodiputado verde (EQUO), denunció ante Mogherini que el “acoso” continúa contra los partidos políticos de la oposición guineana y, por supuesto, contra sus líderes. En consecuencia, el eurodiputado Marcellesi instó a la jefa de la diplomacia europea a que traslade al gobierno de Teodoro Obiang Nguema “la determinación de la Unión Europea de actuar más duramente (…) si no da marcha atrás…».
En su respuesta, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, le dice al eurodiputado lo siguiente: «La Comisión coincide en la evaluación negativa de la situación política en Guinea Ecuatorial. La UE cree firmemente en el apoyo a toda medida que pueda alentar a Guinea Ecuatorial a reducir su aislamiento y a mejorar la situación de los Derechos Humanos y las libertades políticas».
Lanzada a dar explicaciones, Federica Mogherini afirma que las “relaciones entre la UE y Guinea Ecuatorial están obstaculizadas por la falta de ratificación del Acuerdo de Cotonou revisado por parte de Malabo”. No obstante, la UE está a la espera –dice Mogherini– de la acreditación del representante europeo en Guinea Ecuatorial, que tendrá su sede en la Delegación en Gabón. Ese es el interés que muestra la UE por seguir los “avances democráticos” que en su día “constató” la entonces diputada del PSOE, Elena Valenciano, premiada con un jugoso puesto como diputada en el Parlamento Europeo.
Con firmeza, con una profunda y meditada resolución, la jefa de la diplomacia europea admite que la UE «desea un diálogo renovado» con la dictadura guineana, «que incluya las cuestiones de los Derechos Humanos, la democracia y el Estado de Derecho».
«En los contactos con Guinea Ecuatorial, la UE afirma periódicamente su posición, también en relación con las cuestiones relativas a los derechos humanos, y transmite sus preocupaciones al respecto», afirma Mogherini. Por si le sirve, le recomiendo a la Alta Representante que pregunte a los opositores guineanos en España y en Guinea Ecuatorial, si han notado esos avances y esas “preocupaciones” de la UE. Y que mande a alguno de sus “agentes” a que indaguen entre los taxistas de Malabo y Bata (en huelga), las mujeres de los mercados, que visiten los hospitales y las casas de los ciudadanos del país, aunque le sugiero que vayan con agua y de día, pues es posible que no encuentren ni electricidad ni el líquido elemento corriendo por los grifos.
Me da la impresión que en lo que se refiere a las relaciones con la excolonia española de Guinea Ecuatorial, España opina poco y, por lo tanto, la UE más de lo mismo. En lo de los negocios es otra cosa, ahí luchan a brazo partido, cada uno por su lado. Pro en lo político, mandan otros, y que nadie se atreva a alterar su “quehacer”. Hay que mantener el statu quo a toda costa.
Y así no es de extrañar que Federica Mogherini fuese nombrada el 1 de noviembre de 2014 para dirigir la diplomacia de la UE. Antes, durante unos meses fue la responsable de la cartera de Asuntos Exteriores de Italia en la etapa en que Matteo Renzi era Primer Ministro. Militante del Partido Democrático, antes lo fue del Partido Comunista Italiano, Mogherini no cuenta con un historial profesional ni político, ni con experiencia diplomática, más allá de lo expuesto, que para tan Alto cargo parece escaso.
El digital Rischio Calcolato, en un artículo titulado ´La Mogherini: una incapace o solo un agente della CIA?´´, cuya lectura les pondrá al tanto del personaje. Y también wikileaks, que nos alertó de “dos contactos secretos” con un oficial de la CIA (Kurt Volker) mano derecha del senador John McCain.
Conviene recordar lo que declaró Renzzi ante las críticas por el nombramiento de Mogherini, durante una rueda de prensa: “Y luego cuando digan que la Mogherini es inexperta díganles que pregunten qué piensa Kerry”.
En definitiva, por no alargarme, que no es muy recomendable fiarse de las declaraciones de Federica Mogherini, que van en consonancia con las que suelen hacer desde la Casa Blanca, Bruselas o La Moncloa. No pretendo desanimar a nadie, es pura y cruda realidad constatada.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
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