España
Espacios Europeos (19/1/2018)
El miedo a hacer el ridículo ante las movidas internacionales del ex presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, atenaza al Gobierno de España. El esperpento de que Puigdemont pueda acceder a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Cataluña, ronda por la mente colectiva del gobierno español, sin que hasta el presente haya tomado la iniciativa. Las recientes declaraciones Carles Puigdemont en Catalunya Radio, en las que ha afirmado que se piensa presentar para la investidura y que, además, está dispuesto a gobernar desde el exilio, están teniendo un importante eco internacional, sobre todo en Europa. Y, hay que decirlo, no son pocos los medios de comunicación que estiman que el ex presidente puede gobernar desde el exilio.
Puigdemont acudirá el próximo lunes a una reunión con varios diputados daneses en el Parlamento de Dinamarca, antes participará en un debate en la Universidad de de Copenhague organizado por el departamento de Ciencias Políticas.
No hay duda que la intensa actividad de Puigdemont mantiene en tensión al gobierno de Rajoy, que no acaba de salir de un problema cuando se encuentra con otro. El más problemático de todos ellos es el segundo juicio de la trama Gürtel, con las declaraciones de la mayor parte de los imputados, señalando al ex presidente Francisco Camps, como la persona que daba las instrucciones para financiar el partido con las “mordidas” a empresarios a cambio de concesión de obras y contratos de servicios.
Ahora, el Gobierno de España, que no quiere verse envuelto en el esperpento de tener a Puigdemont en Cataluña, ha procedido a reforzar los controles y las medidas de seguridad en su frontera con Francia, a fin de impedir –o detener al ex presidente catalán-, pues sería inimaginable verle en el Parlament para tratar de ser investido.
¿Se imaginan los titulares de la prensa internacional, sobre todo en la europea, si Puigdemont es detenido en Barcelona?
Entre tanto ¿qué hace Soraya Sáenz de Santamaría?
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