Iberia no volverá a Guinea Ecuatorial hasta que no caíga la Dictadura.

Guinea Ecuatorial
Abaha (22/1/2018)
La situación en Guinea Ecuatorial, como  casi siempre, es escabrosa, tenebrosa, oscurantista y plagada de violencia contra el sufrido pueblo guineano. España, como en el asunto del conflicto entre Marruecos y el Sáhara Occidental,  es responsable de lo que viene aconteciendo en Guinea Ecuatorial desde el llamado Golpe de Libertad, eufemismo que oculta el golpe militar que dio España –utilizando a Teodoro Obiang Nguema como “mano de obra”-  contra el presidente Francisco Macías.

Pero, ya se sabe, “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”.  Y es que Europa comienza a estar harta de escuchar las atrocidades que comete la dictadura guineana. Y eso a pesar de que España y Francia hacen esfuerzos para que las denuncias de los opositores no lleguen a Bruselas y si llegan, tratar de amortiguarlas. Algo similar hace con las denuncias de europeos expoliados en el país africano.

El lobby de Teodoro Obiang Nguema es muy poderoso en Bruselas, Madrid y París, pero al final –aunque, por desgracia, muy tarde- se impone un cierto grado de cordura. El lobby español lo integran, preferentemente, ex presidentes y ex ministros, aunque también hay  poderosas empresas que tras las bambalinas “gestionan” su ayuda, recompensada de forma muy generosa por Obiang Nguema.

Pero la lucha por la sucesión de Obiang Nguema es tan clamorosa, ruidosa y violenta, que ha despertado las alarmas en la Unión Europea.  Aunque los contendientes en esa lucha han empleado métodos modernos de intoxicación informativa, de hecho los comisarios Villarejo y Salamanca, han participado en esa campaña. Los síntomas de ese descontento familiar comienzan a sentirse, sembrando el hartazgo en la UE.

Filtraciones de corrupción,  paraísos fiscales, Panamá, tramas rusas, y un largo etcétera, llegan a los medios y al Parlamento Europeo y a otras instituciones de la UE. Pero los europarlamentarios españoles (PSOE y PP) se agachan vergonzosamente bajo el escaño cuando se habla de Guinea Ecuatorial, y agazapados esperan que pase el temporal.

Uno de esos síntomas de cambio en los asuntos de Guinea Ecuatorial ha sido el que la compañía  Iberia ha decidido suspender definitivamente sus vuelos con Malabo, capital de la que fuera colonia española. Iberia alega falta de rentabilidad en los tres vuelos directos que realiza semanalmente a Malabo. Los esfuerzos del dictador guineano para impedir esa suspensión han sido inútiles. La cancelación es ya un hecho. Iberia deja de volar a Malabo después de más de medio siglo plagado de incidencias burocráticas y de falta de entendimiento entre Madrid y Malabo.

Otro de esos “síntomas”: España ha pedido a Guinea Ecuatorial la “apertura inmediata de una investigación sobre la muerte” de un opositor, militante del partido Ciudadanos por la Innovación de Guinea Ecuatorial (CI).

Curiosamente, coincidiendo hoy con la decisión de Iberia, el Ministerio de Asuntos Exteriores, ha hecho un comunicado, en el que dice que habiendo “tenido conocimiento del fallecimiento, en la prisión de la Comisaria Central de Policía de Malabo, de Santiago Ebee Ela, cuando se encontraba bajo custodia de las Fuerzas de Seguridad de la República de Guinea Ecuatorial (…) traslada su consternación por estos hechos y solicita a las autoridades de la República de Guinea Ecuatorial la apertura inmediata de una investigación que aclare las causas que provocaron su muerte”.

Posiblemente sea un gesto, pero ahí queda.

De síntomas a realidades…

Supuestos golpistas

Poco antes de finalizar el mes de diciembre del año pasado, el 24 de diciembre,  el gobierno guineano presentó a un nutrido grupo de supuestos mercenarios –procedentes del Chad y Centro África- que pretendían dar un golpe de Estado. La policía guineana de Bata (zona continental) presentó a los diecisiete detenidos, los cuales habían sido arrestados en la frontera con Camerún.

La supuesta intentona golpista está provocando numerosas detenciones y, según miembros de la oposición, un elevado número de detenidos están siendo torturados y más de 200 han sido trasladados desde la prisión de Black Beach (Malabo) a otros centros más alejados de los ojos de las cancillerías occidentales.

El sábado, 20 de este mes, la ciudad de Malabo fue escenario de una manifestación  “multitudinaria”, según el gobierno, de militantes del PDGE (partido político gubernamental), que para l resto ha pasado desapercibida.

Para calentar el ambiente, Teodoro Obiang Nguema, ha contratado a un nutrido grupo de soldados ugandeses para que contribuyan a asegurar su vida. Según informa Radio Macuto, en total hay más de 4.000 mercenarios ugandeses en Guinea Ecuatorial. Según la misma fuente, aparte de esos 4.000 mercenarios, hay otros 5.000 en los cuarteles de Mongomo, tantos como efectivos tiene el Ejército de Obiang.

Los móviles de los opositores en España, están que echan chispas. No para… Cualquier cosa puede suceder. Nunca se sabe.