Guinea Ecuatorial/ Internacional
Espacios Europeos (11/9/2019)
La Guinea Ecuatorial, de momento en manos del dictador Teodoro Obiang Nguema, ocupa el octavo puesto en la lista de “los 10 países con menos libertad de prensa del mundo”, detrás aparecen Bielorrusia y Cuba. Esa lista la elabora el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ cuya sede central está en Nueva York.
Tres países encabezan la lista, y son: Eritrea, Corea del Norte y Turkmenistán. En los tres, la libertad de prensa es prácticamente nula. La elaboración de esa lista es elaborada en función de de los medios de represión empleados por los gobiernos para acallar las voces discrepantes de periodistas y medios de comunicación. A Eritrea, Corea del Norte y Turkmenistán le siguen Arabia Saudí, China, Vietnam, Irán, Guinea Ecuatorial, Bielorrusia y Cuba.
Aunque en este informe se afirma que Eritrea es el peor país para un periodista, no hay que perder de vista a México, donde a diario son torturados y asesinados periodistas. Se podrá decir que no los ejecuta el gobierno, pero…
En el informe elaborado desde Nueva York por CP, se afirma que en Arabia Saudí se deteriora paulatinamente la libertad de prensa. “Con el rey Salmán Bin Abdulaziz, el ejercicio de la prensa era complicado. Con el príncipe heredero, Mohamed Bin Salmán, aún peor. Las leyes contra el terrorismo y los ciberdelitos y el uso de tribunales especializados otorga a las autoridades un poder para encarcelar a los periodistas y a los blogueros que se desligan del discurso oficial del régimen saudí”, cita en su informe el Comité para la Protección de los Periodistas.
El caso de Arabia Saudí es sumamente preocupante. El asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi llegó hasta la ONU y en junio de 2019 ese organismo elaboró un informe. Tras seis meses de investigación, en la que no quedaba nada bien el príncipe Bin Salmán, todo quedó en nada a pesar de que en ese documento se decía que había sido un asesinato premeditado, que se dio a conocer los nombres de las quince saudíes que participaron en las torturas, muerte y desaparición del cadáver del periodista Khashoggi.
Pero ya se sabe, Arabia Saudí tiene muchos petrodólares, compra mucho material de guerra a Estados Unidos y Europa (España ocupa una buena posición como país vendedor.
Y el asunto quedó ahí, en el olvido.
En Guinea Ecuatorial el problema no es tanto la libertad de prensa, como el que las naciones occidentales no hacen un solo gesto en contra de los “métodos tradicionales” del dictador Obiang Nguema, como es la práctica de detenciones ilegales, torturas y asesinatos.
No obstante, citamos el último caso de la detención de dos periodistas. Melanio Nkogo y Rubén Darío Bacale, de la televisión Asonga, que fueron detenidos el 27 del mes de agosto. Ni hubo cargos contra ellos ni se sabe las causas por las que fueron detenidos, por no decir secuestrados.
Todo parece indicar que la causa fue motivada por la entrevista que los dos periodistas hicieron a un juez que fue suspendido de su cargo por el Tribunal Supremo de Guinea Ecuatorial. Todo ello nos lleva a deducir que esas detenciones fueron un acto, en principio, de intimidación.
El comunicado de Reporteros Sin Fronteras (RSF) y las redes sociales han influido en que el pasado domino los dos detenidos fueran puestos en libertad sin la más mínima explicación. ¡Democracia pura y dura!
Hay que recordar que Asonga TV es propiedad del Vicepresidente del Gobierno, Teodoro Nguema Obiang, más conocido como Teodorín, e hijo mayor del presidente guineano, al que su padre ha designado como su sucesor. Igual que una monarquía europea, pero sin ningún atisbo de democracia.
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