El PE da su visto bueno al acuerdo de retirada del Reino Unido, que ya sólo debe ser aprobado por el Consejo © European Union 2020 -EP

Europa
Espacios Europeos (29/1/2020)
El una sesión extraordinaria, el Parlamento Europeo aprueba el acuerdo del brexit, el acuerdo de salida supera así, el “penúltimo escollo para su entrada en vigor”, según una nota de prensa del PE. Aunque no se esperan sorpresas, el último tramo de esta larga situación, será la aprobación por el Consejo de este acuerdo. La aprobación debe ser por mayoría cualificada.

El acuerdo de retirada del Reino Unido de la Unión Europea fue aprobado hoy miércoles por 621 votos a favor, 49 en contra y 13 abstenciones. En el debate parlamentario estuvo presente la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, y la presidencia croata del Consejo.

Durante el debate, la mayoría de eurodiputados destacaron que la retirada del Reino Unido no supone el final de la relación bilateral e incidieron en que los vínculos entre los pueblos de Europa son sólidos y se mantendrán. Señalaron que la UE debe extraer lecciones de este proceso útiles para su futuro y agradecieron al Reino Unido y a sus representantes la contribución en sus décadas de pertenencia al club”,  informa la misma fuente.

Sin embargo, el futuro que se avecina sobre la negociación de las relaciones que mantendrán la UE y el Reino Unido, serán difíciles, sobre todo, “teniendo en cuenta los plazos previstos en el acuerdo de salida”, afirma el comunicado de prensa del PE.

Ahora el Parlamento Europeo tendrá que pronunciarse sobre la relación futura: “Si el acuerdo alcanzado también afecta a competencias que la UE comparte con los Estados miembros también deberá ser ratificado por los parlamentos de los países”.

Tras la votación, David Maria Sassoli, presidente del europarlamento dijo. “Me entristece profundamente pensar que hemos llegado a este punto. (…) cincuenta años de integración no pueden disolverse fácilmente. Tendremos que trabajar duro para construir una nueva relación, centrada en los intereses y la protección de los derechos de los ciudadanos. No será sencillo. Habrá momentos complicados que pondrán a prueba nuestra relación. Ya lo sabíamos desde que comenzó el bréxit. Pero estoy seguro de que lograremos superar las diferencias y encontrar un punto de encuentro”.

El próximo 1 de febrero comienza el período transitorio que finalizará en diciembre de este año. Cualquier acuerdo al que se llegue deberá ser validado por el europarlamento en ese espacio de tiempo.

Un futuro, más o menos incierto, se abre a partir de ahora, aunque el PE deberá estar alerta pues el Reino Unido es correoso en sus negociaciones. A pesar de todo, el resto de Europa caminará mejor sin esa compañía tan especial y personalista. Eso sí, la clase política y funcionarial de la UE deberá prestar más atención a la ciudadanía europea.