Miles de personas duermen en la calle en España.

Europa
Alejandra Durrell (28/11/2020)
El pasado 24 de noviembre el Parlamento Europeo acordó llevar a cabo una “batería de recomendaciones” para tratar de erradicar la situación que padecen las personas sin hogar y “combatir la exclusión en materia de vivienda de aquí a 2030”.

Da vergüenza escuchar que a estas alturas el Parlamento Europeo se proponga solucionar ese “problema” de los “sin techo”, cuando hasta ahora no han hecho absolutamente nada y, lamentablemente, lo seguirán haciendo. Recuerden, esto: “seguirán sin hacer nada”.

Según una noticia publicada en la página de internet del PE, “los eurodiputados exigen a la UE y a los Estados miembros acabar con la situación de las personas sin hogar para 2030”. En una resolución, que fue aprobada el pasado 24 de noviembre, defienden los eurodiputados el “establecimiento de un marco europeo de estrategias nacionales y piden a los países de la UE que descriminalicen la situación de las personas sin hogar”.

La vivienda “es un derecho fundamental, según destaca el Parlamento Europeo. Sin embargo, según los datos de la Comisión Europeo, alrededor de 700.000 personas duermen en la calle en la UE, un 70% más que hace 10 años”. En España, durante los últimos diez años ha aumentado en un 4,7% el número de personas que duermen en la calle. Los últimos datos oficiales, INE, sitúan en unas 40.000 los “sinhogar”.

No hay duda que la actual crisis provocada en parte por la COVID-19, ha contribuido a aumentar el número de las personas que viven en la calle, incluso familias enteras con niños menores. No hay datos al respecto, aunque varias asociaciones aportan los propios. La situación no mejora en los últimos dos años, a pesar de la propaganda del gobierno PSOE-Unidas-Podemos.

La UE incapaz de solucionar este problema se dedica a recomendaciones a los países, tales como:

  • Proporcionar igualdad de acceso a los servicios públicos, como la atención médica, la educación y los servicios sociales.
  • Apoyar la integración de las personas sin hogar en el mercado laboral a través de programas de empleo, formación y planes personalizados.
  • Proporcionar acceso constante a refugios de emergencia como última solución (además de las medidas de prevención y apoyo, que son primordiales).
  • Trabajar en una definición común, una mejor recopilación de datos e indicadores coherentes para poder comprender y evaluar mejor el alcance del problema.

Una propuesta que sí nos ha parecido interesante, ya puesta en algunos países a través de distintos proyectos, es llevar a cabo la adopción del principio de «la vivienda primero«, que está dando resultados, como decimos, satisfactorios.

Mientras miles de personal malviven en la calle en la rica UE, los políticos se dedican a realizar, propuestas, sugerencias, estudios, comisiones y un largo etcétera, pero poco más.

Yo propongo una sencilla fórmula, una simple receta. Que la clase política, la CASTA a la que tanto aludían Irene Montero y su marido, Pablo Iglesias, se queden en la calle dos días, SOLAMENTE DOS DIAS, sin coche oficial, sin baños, sin tener donde hacer sus necesidades,  cremas hidratantes, suculentos desayunos, almuerzos y cenas, sin televisión, sin un hogar, casoplón, donde dormir en una cómoda y amplia cama.

Como esta persona hay muchas en España.

La Casta política, si es capaz de aguantar esos dos días, se dará cuenta de lo duro, durísimo, que es vivir en esas condiciones, sobre todo cuando llueve, hace frió o nieva. Y es quizás, entonces, cuando –aunque lo dudamos- se percaten de ese enorme problema.

Problema que ellos van a tener en breve de seguir así, con estas desigualdades tan tremendas.

Hace ahora cinco años, Eugenio Pordomingo citó en una Mi Columna lo siguientes: “En una “carta abierta” dirigida a sus “queridos compañeros” ricos,  el multimillonario estadounidense Nick Hanauer. En su misiva, Hanauer les avisa de que si no solucionan las desigualdades en la sociedad, serán linchados por quienes más padecen la crisis. En concreto les dijoSi las desigualdades continúan las horcas de la revolución se preparan”.

 En silencio, a hurtadillas y con buen material, ha comenzado esa preparación.