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Guinea Ecuatorial
Abaha (16/9/2021)
La fecha se acerca y cada cual toma posiciones. Unos tienen claro su puesto, su posición, frente al enemigo, el dictador guineano Teodoro Obiang Nguema; otros dudan, llevan tiempo fuera de casa y están hartos, cansados, quieren dedicarse a lo suyo, a su profesión. Lo entendemos, pero hay formas de alejarse de esa lucha. Formas más correctas, más sociales, más honestas, más sinceras, al menos con los compañeros de activismo. Allá cada uno. Se siembra de cara al futuro, pero algunos lo hacen en pedregales y ahí la semilla no fructifica. Quizás han recibido órdenes severas, de ¡Con ese NO!

De la Familia Obiang, no hace falta decir nada. Son el Poder, lo detentan, lo usurpan y no lo ocultan. Se han enriquecido hasta lo indecible y ahora no van a dejar todo por un “quítame allá estas pajas”.

Otros buscan un lugar a la sombra, que el poder les cobije les de calor. Han pasado muchos años en la brega –también han recibido sus dádivas, no creamos- y quieren descansar, recibir su pago por el duro trabajo realizado. Por si hay malentendidos o malpensados, no nos referimos a Severo Moto, quizás uno de los líderes políticos más conocidos de Guinea Ecuatorial. Tampoco señalamos a Armengol Engonga, que tiempo atrás –junto a Moto– ocuparon el escenario opositor en la diáspora. Nuestra diana se dirige a aquellos que han tomado la política como pretexto para no “dar ni palo”. Ni trabajan ni buscan trabajo. De acá para allá, a ver si cae algo.

Otros sí son activistas de corazón y de mente, y no dejan atrás el tener un salario, sea de lo que sea, ingeniero, médico, cocinero, empleado en un matadero, de camarero, ¡qué más da!, el caso es llevar el jornal a casa.

Los hay que siguen aparentando estar en contra del dictador, pero le sirven, pues gracias a sus “ayudas” pueden mantener un ritmo de vida medianamente decoroso.

No debemos marginar a los que se mantienen al lado del poder y cada vez más unidos, pues saben que si Obiang Nguema cae ellos pagarán sus deudas con el pueblo antes que el dictador.  Y por eso luchan con ahínco para fortalecer su posición. Son muchos los que no quieren que el régimen de Obiang Nguema caiga. Si eso pasara ellos saldrían perdiendo. Es más, ni la Comunidad Internacional (¿qué es eso?) quiere que Obiang caiga, siempre le han apoyado y lo siguen haciendo. ¿Hubiera sido posible que el régimen guineano se mantuviera en pie sin la tolerancia y apoyo de España, Francia, Estados Unidos y la UE? La respuesta es no.

Por diversas razones, esos países y sus instituciones optan por soportar al dictador antes que lanzarse a una campaña de desprestigio y medidas sancionadoras que hubieran laminado el poder de Obiang. Nunca la comunidad internacional ha puesto en práctica la implementación de medidas, tales como embrago de cuentas bancarias y bienes o impedimento para viajar por Occidente. Las acciones llevadas a cabo en Francia, Reino Unido y en otros países han tenido por objeto a Teodorín (Teodoro Nguema Obiang), no a su padre. Hasta ahora, son simples anécdotas –a pesar de lo llamativo y el daño que han causado a la dictadura-, que ocultan, pura y simplemente, la lucha por el poder y ambiciones geoestratégicas. Nada más.

Como en todos los frentes de lucha, en Guinea Ecuatorial hay héroes, cobardes, osados, vendidos, traidores, bocazas, indecisos, honestos, deshonestos, inteligentes e iletrados, en el que no faltan los buitres y las  “serpientes” (apelativo, éste último, que hemos escuchado a Moises Nvumba, director y presentador del programa de radio La Voz de los Sin Voz, para calificar a algunos personajes).

Pero hay un factor que une a casi todos los que participan en esa brega política, y es que, a la vista de las circunstancias actuales y el tiempo transcurrido (desde 1979), confían en un ángel salvador, bien sea Estados Unidos, Francia, un oficial aguerrido, osado y valiente –ya casi da lo mismo que sea justo o injusto-, que les libere del yugo enguemista. España, ya lo hemos mencionado en más de una ocasión, no tiene política internacional. Solo obedece.

Es la hora de elecciones presidenciales y a la Cámara de Representantes del Pueblo, con las que el dictador pretende salvaguardarse de las presiones existentes. La más peligrosa para él régimen es la de los opositores del interior, que aunque lentamente, comienza a hacerse visible. No nos referimos al CPDS ni a CI, sino a la actividad de grupos incipientes en los que las mujeres tienen un protagonismo importante.  Y es que el hartazgo, el cansancio, la falta de recursos, está llegando a su límite. La confianza en las naciones occidentales se ha perdido como se ha perdido en muchos de los partidos de la diáspora. Una de las llamadas “barrenderas” nos ha dicho lo siguiente: “¿cómo es posible que no se pida cada día, cada hora y cada minuto, la libertad de los presos políticos?

Prueba de que ese malestar existe y empieza a cocinarse, es la gira que el Honorable mandamás del PDGE, Teodoro Obiang Nguema y Familia, está haciendo para reorganizar y reagrupar sus huestes políticas. Y es que el dictador piensa ya en decretar la fecha de comicios electorales.

El pasado viernes, día 3, tuvo lugar una “reunión política” importante “de alto nivel” –según el PDGE- en la Oficina Nacional de ese partido en Malabo, “preparatoria, de cara al próximo escenario político nacional”, a la que asistieron entre otros, Constancia Mangue Nsue Okomo y Teodoro Nguema Obiang Mangue (madre e hijo). Desconocemos cual es ese escenario, aunque lo imaginamos: elecciones, no obstante, antes celebrarán por todo lo alto un congreso nacional del partido.

Con el único objetivo de seguir en el poder, Obiang trata de crear una gran coalición electoral (mucha cáscara y pocas nueces), metiendo en ese saco a todos los partidos políticos “opositores” que están legalizados en Guinea Ecuatorial, que son los que mantiene a base de “aguinaldos” ocasionales.

Ante esta situación, todo apunta a que se está haciendo visible el proyecto –oficialmente desconocido- del Centro Internacional de Toledo por la Paz, que al parecer consiste en apoyar a Obiang Nguema (España no quiere otra Filipinas), pero que vaya acompañado por otros “líderes” de la diáspora. El que acepte puede tener una gloria pasajera con negros presagios futuros. Al tiempo.

El PDGE rehusó en su momento participar en el cónclave de Toledo. Posteriormente, cuando el proyecto falló, parte de los asistentes lo criticaron. Pero ahora al revitalizarse, aunque con poca energía, ya se sabe, la miel es muy dulce y atrae a los golosos.

¿Qué harán los toledanos si el PDGE no acude, caso de que le inviten? Pues, lógicamente, tratarán de presentarse en una coalición o bien apoyar a un partido de los legalizados en Guinea Ecuatorial. Descartados casi todos, solo queda uno, que además hasta hace poco ha sido sostenido por el PSOE. Creemos que lo sigue apoyando pero con escasa ilusión.

El Centro Internacional para la Paz, con sede en Toledo, centro de reunión de algunos sectores de la oposición guineana. Foto archivo.

Hubo quien nos comentó que quizás fuese una solución “sumarse a las siglas de un candidato que lidere un partido legalizado en Guinea Ecuatorial con ciertas posibilidades”. La respuesta nos dejó pasmados. “Tanta luchar, tanto bregar para que ahora se llegue a esto”, pensamos. Y surgió un nombre: Andrés Esono Ndong. Insistimos, “tanto bregar, tanto luchar” para esto.

El desaliento de algunos grupos opositores afincados, a su pesar, en la diáspora, es comprensible. Pasar de vivir bien a padecer carencias es difícil de soportar. Pero ya se sabe, el que resiste suele ganar.

Los hay que se amoldan rápidamente ante cualquier petición que le hagan desde algún poder fáctico, o que al menos aparente serlo. Lo mismo les da renunciar a su ansiada autodeterminación, que maldecir y renegar de los que le apoyaron.

Ante el incierto panorama existente en Guinea Ecuatorial, no es de extrañar que la resoluta Francia busque con cierta intensidad alguien que lidere su proyecto. Y tampoco es de extrañar que en Estados Unidos surja un supuesto líder que aspira a gobernar en Guinea Ecuatorial basándose en sus descendientes, su CV, y en sus relaciones y apoyos, que dice tener, con  la “inteligencia” y la clase política estadounidense. En España, más de uno ha debido pensar que “eso” puede ser posible y allá que se va a ver cómo está el panorama de Washington.

En estos cruciales momentos, hay que lamentar la situación en la que se debate el Partido del Progreso, ofreciendo un espectáculo nada edificante en el que no vamos a entrar. Simplemente, anotar que el debate que mantienen Armengol y Severo es muy penoso. Es una pérdida para la oposición guineana que un histórico partido político se vea envuelto en una situación como la que atraviesa.

Insistir una vez más, a los gobiernos guineano y español, en nuestra petición de que se libere a todos los presos políticos guineanos.