Gabriel Mbaga Obiang Lima .Ministro del Petróleo de Guinea Ecuatorial

Guinea Ecuatorial
Obama Ochinan (30/11/2021)
A los que pudiera confundir la declaración de  MOL (el otro estupidin, disléxico discreto) durante el reciente congreso del PDGE, valga esta reseña sobre su balance al frente del ministerio de minas e hidrocarburos para demostrar la doble intención que subyace en la misma. Afirmaba en efecto (ante una audiencia atonita) que “tenemos que abrir nuestro país y tomar ejemplo de Dubái, donde puedes contemplar edificios, carreteras, hoteles, etc, pero no están a cargo de ellos mismos, sino otros, y al final de cada mes entra dinero en sus arcas… Tenemos que hacer que Guinea Ecuatorial se convierta en el centro de conferencias de África. Si no abrimos nuestro país, nuestra economía nunca se va a recuperar”.

MOL reconocía de esta manera, al igual que lo hicieron todos los demás intervinientes, que la dictadura había sido incapaz, en 43 años, de promover el desarrollo del País, pese a los ingentes recursos de los que dispuso merced a la bonanza petrolífera. Sin embargo, su fingida y calculada audacia no le llevó a reconocer su propia responsabilidad en la generación de la actual recesión económica, en tanto que encargado de la ocultación y malversación de la renta petrolera. En su lugar, el interesado sostuvo propósitos triviales acerca de la necesidad de fomentar del turismo de negocios, y de incentivar la afluencia de inversores extranjeros (mediante la erradicación de la actual campaña de detención y deportación de extranjeros), en los términos (coloquiales) que exponemos. En clara alusión critica a la reciente furia xenofóbica de su padre y de su hermanastro, la cual, conforme expusimos anteriormente, emana de su obsesión paranoica por las tentativas de golpes de estado.

Más allá de la aparente disensión verbal, MOL jamás pretendería distanciarse del credo ideológico del régimen, del que es precisamente uno de los sostenes insoslayables, y también uno de los tres principales beneficiarios (financieramente nos referimos). Por tanto, su propósito no podría asimilarse a una crítica del inmovilismo de un gobierno del que forma parte desde hace dos décadas, y cuya mediocridad reprodujo fielmente en el departamento ministerial a su cargo, hasta inducir el colapso del sector de las industrias extractivas.

En realidad, su aserción forma parte de la consabida fraseología de la dictadura: la reiteración de promesas incumplidas a las que debe resignarse la descerebrada militancia, por coacción y por desesperanza. Desarrollar el turismo en el futuro, una vez se consienta la perpetuación de la tiranía a través de la transmisión dinástica del poder a TNO. En efecto, MOL promete, tras vaciar las arcas del Estado y diseminar la renta petrolera en paraísos fiscales, preocuparse en el futuro por la suerte de los ecuatoguineanos, como no lo hizo en los 20 años que lleva esquilmando, extorsionando, malversando, robando, apropiándose de los recursos del País y contribuyendo a sumir al Pueblo en la miseria.

En definitiva, y a la imagen de la reveladora aserción de MOL, el recién concluso congreso del PDGE se ciñó a la consabida consigna de mantener la ilusión de un nuevo impulso, de renovar las promesas incumplidas desde hace 43 años. Mientras prosigue la insidiosa mutación de la tiranía, mediante la usurpación de la soberanía del Pueblo. Sin la insurrección del Pueblo, la tiranía jamás se retractara, y se perpetuara ad eternam, con su fuerza opresora y su legitimismo de fachada. Tal es precisamente “el sueño de este hombre”, mientras el Pueblo sueña y busca entre sus hijos a un héroe que le rescate de la interminable pesadilla.

Decía Calderón de la Barca:

Sueña el rey que es rey,
y vive con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
¿Qué es la vida?
Una ilusión, una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Fuente: Radio Macuto.