Miguel Ángel Benedicto (14/2/2008)
EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS los diarios españoles más importantes de derecha e izquierda han publicado sus encuestas electorales con resultados muy parecidos. Existe casi un empate entre el Partido Socialista (PSOE) y el Partido Popular (PP) de cara a las elecciones generales del próximo 9 de marzo. La diferencia entre ambos partidos oscilar entre los 2 y los 4 puntos, según el periódico que consultemos.

A menos de un mes para la gran cita, el problema que más preocupa a los españoles en estos momentos es la situación económica. Pese a que los datos macroeconómicos son buenos, la percepción del ciudadano es otra y se debe, sobre todo, a la subida de las hipotecas, a la crisis del sector inmobiliario, a la inflación en los alimentos básicos y a la caída de las bolsas.

LA REBAJA FISCAL, PROPUESTA COMÚN
El discurso político ha virado del terrorismo a la economía y por ende, incluso a la inmigración. “Rajoy ha copado portadas con su propuesta sobre inmigración a imagen de lo que se hace en países como Francia, Holanda o Reino Unido, en un momento en el que los datos de desempleo y la inflación son negativos”. Los primeros mítines de precampaña de Zapatero y Rajoy han tenido como tema central la economía.

El presidente del Gobierno, en su primera cita tras las Navidades, dedicó más de una hora a desgranar los éxitos económicos del gobierno con un exceso de optimismo que le llevó a afirmar que su reto es superar a Francia. Además, confirmó que Pedro Solbes, un buen gestor, permanecería a bordo del ejecutivo en el caso de ganar las elecciones.

Por su parte, el líder de la oposición ha aprovechado el cambio de ciclo para presentar a su fichaje estrella: Manuel Pizarro, un empresario de éxito para llevar el timón económico del país en tiempos que se avecinan revueltos.

Los dos candidatos han aprovechado para hacer promesas de rebajas de impuestos. Y Mariano Rajoy ha copado las portadas de los últimos días con su propuesta sobre la inmigración a imagen de lo que se hace en países como Francia, Holanda o Reino Unido. Lo hace, precisamente, en un momento en el que los datos de desempleo y la inflación son negativos.

LA PARTICIPACIÓN, ELEMENTO DECISIVO
El resultado final de las elecciones generales pivotará, en gran parte, sobre la tasa de participación del electorado. La abstención favorece al PP, pues sus votantes son mucho más fieles: el 84 por ciento según las encuestas. En cambio, el voto de los simpatizantes del partido del gobierno es más volátil: el 81 por ciento de sus votantes. “El liderazgo del PSOE no es cuestionado, como en el PP, donde el affaire Aguirre-Gallardón ha despertado el debate sobre la sucesión de Rajoy”.

En las elecciones de 2004, la alta participación, el 77,2 por ciento, favoreció al PSOE. Para los comicios de marzo se espera que el 73 ó 74 por ciento del electorado pase por las urnas. Por eso los esfuerzos del PSOE se dirigen a movilizar a sus simpatizantes, en apariencia más numerosos, pero, en la práctica, mucho menos fieles que los del PP.

No en vano, el PSOE moviliza más por la irritación de sus votantes con el PP que por fidelidad. Así, las críticas de la Conferencia Episcopal podrían beneficiar al partido de Zapatero.

EL VALOR DEL CENTRO
La escasa diferencia entre los dos grandes partidos otorgan gran importancia a lo que suele llamase el centro político. Según distintos estudios, en España en el centro se situarían el 42 por ciento de los electores y hay más centristas próximos al PSOE que al PP.

El votante centrista, que tiende más hacia la abstención, no suele estar tan ideologizado y dan importancia a factores como el liderazgo y la confianza que despiertan los candidatos, la división interna del partido o la eficacia en la gestión. “La exclusión de Gallardón en las listas del PP en Madrid, la dimisión de Josep Piqué o la escapada de Jaume Matas a la empresa privada dan una imagen de un partido más conservador y menos moderado”.

En cuanto a liderazgo, el PSOE parece más fuerte ya que su jefe de filas no es cuestionado. Justo lo contrario sucede en el PP, donde el affaire Aguirre-Gallardón ha despertado el debate sobre la sucesión de Rajoy sin que tan siquiera se hayan celebrado las elecciones. Asimismo, la valoración que los votantes del PP otorgan a su líder es inferior a la que conceden los electores el PSOE a Zapatero.

La crisis levantada por el alcalde de Madrid Ruiz Gallardón también ha dado la imagen de un partido conservador poco cohesionado y de un líder con dudas a la hora de zanjar el problema, dejándolo para el último momento.

Por lo que respecta a la valoración general de ambos, Zapatero recibe un aprobado raspado mientras que Rajoy suspende de manera sistemática en los últimos meses.

¿QUIÉN SE LLEVARÁ EL GATO AL AGUA?
La táctica de Zapatero en los últimos meses se ha dirigido al caladero de votos del centro. “Los debates televisivos pueden tener gran influencia entre los votantes indecisos y ayudar a romper el empate que reina entre los dos grandes partidos” Así, el rechazo al pacto con Na Bai en Navarra, el cambio en la política antiterrorista o los intentos de ilegalizar ANV, así como el fichaje de José Bono y la renovación de Pedro Solbes, van en la línea de captar votantes a la derecha de su partido.

Por el contrario, el PP ha centrado su estrategia en el terrorismo y la cuestión territorial, con cambios hacia la economía en las últimas semanas, y ataques a la capacidad de gestión de Zapatero. Si a esto añadimos la exclusión de Gallardón en las listas del PP en Madrid, al igual que la dimisión de Josep Piqué o la escapada de Jaume Matas a la empresa privada, dan una imagen de un partido más conservador y menos moderado. Pero, aun así, mantienen una alta intención de voto con fuerte fidelización de sus votantes.

Convencer al centro político y hacer que se decanten a un lado u otro de la balanza es una de las grandes claves del resultado final de las elecciones en España. Para conseguirlo, los debates televisivos, todavía en el aire, pueden tener gran influencia entre los votantes indecisos y ayudar a romper el empate que reina entre los dos grandes partidos.

N. de la R.
Miguel Ángel Benedicto es jefe de la sección de Internacional en Telemadrid. Dirige Fácil Consultores y preside la asociación Ideas y Debate (España). Es coautor de los libros «Europa a Debate. Veinte años después (1986-2006)» y de «La Mayor Operación de Solidaridad de la Historia». Ha impartido cursos de postgrado en las universidades Complutense y Rey Juan Carlos.

Este artículo se publica gracias a la gentileza del autor y de Safe Denocracy.