B. P.  (4/9/2008)
No es ningún secreto que el Reino de Marruecos y su Gobierno, por no mencionar a un país europeo que hace frontera con España, odian al ex Presidente del Gobierno español, José María Aznar.  Esa posición la viene manteniendo Marruecos, en especial desde el conflicto del islote de Perejíl.

Hace unos días, la prensa francesa aireaba -no se podía ocultar- que Rachida Dati, ministra de Justicia, y soltera,  de Francia, estaba embarazada. Ayer, el periódico marroquí Lobservateur.com, dedicado a la política internacional, publicaba que José María Aznar es el padre del hijo que espera la ministra francesa de Justicia.

El diario Lobservateur se edita exclusivamente en internet y desde Marruecos; el capital es francés, y pertenece al grupo editorial galo Télématique France.

El artículo, publicado en portada en el diario francomarroquí, se titula: «Rachida dati encente… d´Aznar».  Algunos párrafos de esa noticia son estos: «Nada sobre la identidad del padre. El misterio ha sido resulto al fin, el padre ha sido identificado y es una gran sorpresa (…) No es marroquí ni francés, es un español. Ha sido hace algunos años jefe del gobierno de su país, antes que Zapatero (…) Informaciones dignas de crédito le atribuyen la paternidad del niño. El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, sabe que Aznar forma parte de la familia».

Tras comentar en tono jocoso que Aznar ha desaparecido de la escena política, afirma que «ahora se sabe en qué ocupa su tiempo libre».

Nada más hacerse publica esa noticia, José María Aznar, a través de un comunicado de prensa, emitido desde la Fundación FAES, ha desmentido categóricamente la noticia, a la vez que anuncia una querella contra el diario francomarroquí.

Nosotros no ponemos la mano en el fuego por nadie, pero la noticia publicada en LObsevateur.com nos huele a puro infundio, a revancha por la política que, durante su mandato como presidente del Gobierno llevó a cabo Aznar; política que no benefició en nada a Marruecos ni a Francia.