Alejandra Durrell  (17&6/2010)zapatero
Tanta televisión y tanta bonanza económica de años atrás, unido a un analfabetismo cultural y social, nos han traído -que me perdonen- lo que nos merecemos, aunque no en estas dosis tan elevadas. La pérdida del uso de la protesta y la dejadez en cuestionar lo cuestionable, nos han metido de hoz y coz en el fango.

Acudimos a votar cada cuatro años más o menos -entre medias autonómicas y municipales- cual corderos sin esquilar. No reflexionamos en el bestial, cruel, injusto e inhumano bipartidismo político, y así pasa lo que pasa. Nos hace -más bien nos hacían- gracia las bromitas acerca de los suculentos salarios de alcaldes y concejales, que ahora nos damos cuenta que ni dedican tiempo ni tienen competencias para el cargo, ni se merecen lo que perciben en la mayoría de los casos.

Cuando nos enterábamos de una salvajada urbanística, no le prestábamos mucha atención, pensando que el ladrillo y el cemento lo eran todo, que más allá de estos materiales no había nada.

Comentábamos con cierta sorna y un ligero cabreillo, eso del «turismo sanitario», y ahora viene Paco con la rebaja, tendremos que pagar por cada receta que nos de el galeno y, con seguridad, por cada consulta a la que asistamos.

Y así…

Todo iba a las mil maravillas éramos los primeros en todo. Francia, Italia y otros países quedaban sobrepasados por nuestra agresividad económica. No hacemos caso a la corrupción que nos invade, pensando -en bastantes casos- que si estuviéramos en el puesto y en el momento adecuado, a saber qué haríamos…

Y así…

Defendíamos a los políticos más cercanos a nosotros -yo no tengo ninguno- cuando aparecían en los medios de comunicación involucrados en algún o varios asuntos de presunta corrupción, diciendo «pues anda que el PP», en un caso; y en otro, «pues anda que el PSOE».

Y así…

Pero, todo llega. Ayer, por fin, el Gobierno de España se ha sacrificado por nosotros, los trabajadores, las clases medias, y ha aprobado un Real Decreto de Ley denominado de «MEDIDAS URGENTES PARA LA REFORMA DEL MERCADO LABORAL». Sí, sí, del mercado (zoco) laboral. No ha sido una ley para limitar los beneficios de grandes multinacionales ni de Bancos o cajas de ahorros, ni para retirar subvenciones a sindicatos, partidos políticos y ONG (las que no hacen nada por el prójimo). ¡Que va!  

El Gobierno de España afirma que el objetivo de esta Ley es «reducir la dualidad, reforzar los instrumentos de flexibilidad interna y dar más oportunidades a las personas que se encuentran en desempleo, especialmente los jóvenes».

¡Qtrabajadoresue jeta tienen estos legisladores!

Con esta reforma del zoco laboral, dice la ley, «se incrementará también la productividad de las empresas españolas. Se trata de una reforma de calado que, más allá de dar respuesta a la situación actual de la economía, afronta los principales problemas que el mercado laboral arrastra desde hace décadas».

El Gobierno de España dice que con estas medidas se afronta el nuevo ciclo económico, y es verdad, aunque lo que no nos dice es que se están preparando para institucionalizar el Auxilio Social, pues Cáritas ya no puede más.

Bueno, para qué seguir. Ya nos iremos enterando poco a poco de las bondades de esta ley y de las que en Bruselas le van a imponer a Zapatero. Pero él, con achacarle a Aznar la culpa de todo, es feliz.

Mientras, ellos, desde el poder, acumulan sueldos, trienios, patrimonio inmobiliario.Ellos hacen caja, pues sabe que le queda poco.