África
espacioseuropeos.com (21/12/2011)petroleo-en-niger
Aunque Níger no tiene, por sí solo, los medios para explotar sus recursos petrolíferos, los beneficios que generan a las compañías debe ser también compartidos por la población. Esto es lo que opina Khalid Ikhiri, presidente de la Asociación Nigerina de Derechos Humanos (ANDH). «(…) Los campesinos que han perdido sus terrenos de cultivo deben ser indemnizados en breve», declaró a la agencia Misna en vísperas de la visita a Niamey de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. «El estado debe invertir fuertemente en la agricultura y la ganadería para que Níger logre su soberanía alimentaria».

El pasado lunes la institución financiera anunció que en el 2012, Níger podría tener una de las tasas de crecimiento económico más altas del mundo, alcanzando el 14%, gracias a la explotación petrolera de un país que ya era considerado el primer productor africano de uranio. El  FMI subrayó que las autoridades nigerinas «deben gastar con prudencia los ingresos conseguidos gracias a la extracción del petróleo, debido a las crisis alimentarias cíclicas y las variaciones de los precios en las materias primas». Por este motivo exige a las autoridades nigerianas hacer frente a problemas de primera necesidad  como la pobreza y la desocupación. De este modo, el FMI sugirió al gobierno que «aumente en modo significativo las partidas presupuestarias destinadas al desarrollo» en el país del Sahel donde el 40% de su población  sobrevive con una media de 1,25 dólares al día, una cifra que roza el umbral de pobreza establecido por el Banco Mundial.

La esperanza de que Níger logre romper el círculo vicioso de la carestía y la pobreza depende en gran medida de las autoridades locales, llamadas a «administrar el sector con la máxima transparencia». Ikhiri afirma que ha llegado la hora de romper otro círculo vicioso: «el que convierte los recursos mineros y naturales en una maldición en lugar de una oportunidad para el desarrollo». Por ello, el presidente de la ANDH exige a las instituciones y los socios internacionales la obligación de respetar también el principio de la transparencia, y la voluntad del pueblo nigeriano. «Con la buena voluntad de todos, la explotación del subsuelo de Níger puede convertirse en un ejemplo de comercio justo, desarrollo y respeto mutuo en África y en todos los países del Sur del mundo», aseguró Ikhiri.

N. de la R.
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