Jose Gutierrez Solana, mujeres de la Casa del Arrabal, hacia 1931-1934. Dibujo al pastel
Jose Gutierrez Solana, mujeres de la Casa del Arrabal, hacia 1931-1934. Dibujo al pastel

Mi Columna
Eugenio Pordomingo (2/6/2012)
Por la mañana, mientras me encontraba haciendo ejercicios de estirapilatenn vaguem, en alemán, Estiramientos de Pilates para Vagos, a la vez que tenía puesto los pinganillos en las burellas, tratando de enterarme de las mil y unas desgracias que nos afligen, escucho una noticia sorprendente. Los periodistas-locutores dan cuenta de que un individuo ha desarrollado un curso -al parecer con bastante éxito- sobre el sexo, pero que da trabajo, y no por ejercitarlo, sino porque él -el individuo que lo publicita- da un curso para capacitar como «profesionales» en el ejercicio de meretriz. Camilo José Cela las llamó -más bien puso de moda durante un tiempo- otros apelativos, aparentemente menos groseros que el de prostituta o puta. Izas, rabizas y colipoterras, queda como más fino, aunque después unas sagaces meretrices, originarias del otro lado del Pacífico, consiguieron poner en uso eso de «trabajadores del amor» y «profesionales del sexo».

Un amigo me comentó que en algún lugar las han llegado a denominar «feladoras profesionales», aunque a mí ese nombre me recuerda al de los «afiladores», profesionales que en bicicleta recorrían nuestras ciudades y pueblos tocando el chiflo para pregonar su trabajo de afilar los cuchillos y tijeras de nuestras madres.

El curso al que me refiero se anuncia bajo el título de ¡Trabaja ya! Curso Básico de Prostitución Profesional!  Me imagino que con lo creativo que debe ser el fulano que lo ha diseñado -la verdad es que en ese terreno todo está inventado-, dentro de poco ofrecerá el graduado, licenciatura y, sobre todo, un Master, que viste mucho y cuesta lo suyo.

El curso tiene sus prácticas, pero no queda claro en el anuncio, si son con el creador o monitor -de ser así, ¡como se lo monta el tío!-, o con voluntarios, que me imagino los habrá a mogollón, sobre todo con la crisis económica en la que nos han metido.

El curso ha surgido en Valencia, pero ¡por Dios!, no le culpen a Francisco Camps, que él sólo se dedica a los trajes. El curso ofrece una completa formación, sin embargo un poco elitista, pues en la propaganda se afirma que  «Las guapas trabajan más», pero no excluye a las menos agraciadas por la naturaleza sobre todo si cuentan con otros dones.

Dice el pájaro -me refiero al creador del curso- que lo importante es el ánimo. No explica si el «ánimo» lo pone la meretriz en ciernes o el cliente. Imagino que se refiere a que la profesional deberá aprender a subir el «ánimo» al cliente sobre todo si éste se encuentra en la franja de ser un adicto a la viagra.

Después leí que la Fiscalía de Valencia iba a tomar cartas en el asunto. No se a ciencia cierta a qué se refería la noticia. Pero pensé, ¿anda, que cómo el fiscal, jueces y policías tengan que reconstruir los hechos, menudo espectáculo?

¡Trabaja ya! Curso Básico de Prostitución Profesional, es un curso -según la publicidad- que consta de dos partes. Una teórica y otra práctica o «presencial», argot más al día. La primera parte adentra al alumnado en la historia del sexo, su evolución, métodos, etc., además informa sobre la legislación en cada país. 

El director del curso (latino, por supuesto) asegura trabajo, todo un mundo de variopintas posibilidades: «Dinero rápido y fácil» afirma, frase que me recuerda a aquella otra que repetía el entonces ministro de Economía, Carlos Solchaga, en la etapa de Felipe González.

El curso, a mi entender, tiene algunos fallos y es que no dota, como en los cursos por correspondencia, de material. Por ejemplo, en este caso, de trajes de cuero negro recubiertos de tachuelas, botas de tacón igualmente negras, y el consiguiente látigo, sobre todo el kmut ruso, que castiga una barbaridad. Tampoco dice si entregan o no un Kamasutra.

inaki-urdangarinOtra posibilidad para que los desempleados encuentren un trabajo es hacerse ´Asesor Verbal´. Esta nueva modalidad laboral va a tener mucho auge, ya que la ha puesto de moda Urdanga, perdón, Don Iñaki Urdangarin, el marido de la Infanta Cristina, hija de Sus Majestades.

Don Urdangarin ha dicho, sobre el penúltimo «hallazgo» de la justicia, que los 300.000 euros localizados en un país europeo que vive de los relojes, del chocolate y de las cuentas bancarias opacas, son el fruto de una «asesoría verbal» a un empresario. Según el yerno de SM, esa cantidad la cobró a cambio de actuar como «asesor verbal en temas personales y profesionales» para el empresario Domingo Díaz de Mera,  aunque fue «sin contraprestación alguna».

Para ser un auténtico profesional como «Asesor Verbal», se precisa aparte de tener un suegro poderoso, y carecer de escrúpulos,  una secretaria como Julita Cuquerella que en momentos cruciales sepa responder como ella lo hizo ante el fiscal cuando éste le preguntó por las cuentas en Suiza de Urdangarin:«¿Qué hay de malo en tener una cuenta en Suiza?

A poco que pensemos, nos daremos cuenta que esos dos supuestos «quehaceres»-nunca profesión, pues ésta viene de profesar, de amar una actividad y dedicarse a ella- han existido toda la vida a lo largo de la historia. Yo creo que son los dos trabajos más antiguos del mundo: la prostitución y la corrupción.

Las posibilidades de realizar esos trabajos, especialmente el último, son siempre nefastas para la mayoría de los ciudadanos, y así está nuestro país, en la Bankia rota.