Reunión del Banco Mundial
Reunión del Banco Mundial

Hispanoamérica
Eduardo Paz Rada (26/2/2013)
Existe una coincidencia general respecto a los importantes procesos de cambio político que se producen en la última década en varios países de América Latina y el Caribe, frente a un clima económico y social opaco y de crisis en Europa. Con distintos matices, desde radicales acciones contra la ingerencia estadounidense con fuerte participación popular hasta posiciones reformistas y contradictorias, algunos gobiernos han abierto un horizonte inédito en la región.

Han sido varias las interpretaciones acerca de los alcances históricos de esta situación y la dialéctica de las relaciones entre el imperialismo y las colonias y semicolonias se manifiestan, de manera muy general, en términos inversos: cuando el imperialismo y las transnacionales ganan los países dominados y dependientes pierden y cuando los pueblos y países oprimidos avanzan y dan paso hacia la emancipación y la unidad, el imperialismo tambalea.

El neoliberalismo o capitalismo salvaje de las últimas décadas del siglo XX muestra con claridad cómo las estructuras productivas de nuestros países fueron destruidas, cómo se concedió la administración política al FMI y el BM, cómo se entregaron la soberanía y los recursos naturales, cómo se generó una situación de explotación y miseria alarmante y como se debilitó el Estado Nacional para, como contraparte, beneficiar a las poderosas corporaciones capitalistas del petróleo, la minería, el comercio, las finanzas, la banca y los medios de comunicación y a las potencias mundiales.

Las perspectivas en la situación actual tienen mucho de la dinámica inversa, sin embargo las opciones que se están debatiendo sobre el destino de los procesos latinoamericanos son inciertas. Aparecen propuestas desde las más radicales que consideran que se pueden repetir en lo inmediato procesos socialistas como los de las experiencias revolucionarias Soviética, China, Vietnamita o Cubana en cada país y derrotando a los gobiernos actuales como los de Correa, Morales, Ortega o Chávez o aquellas que pretenden retornar a los tiempos precoloniales reivindicando las formas de organización comunitaria en fragmentos territoriales de cada uno de nuestros países o aquellas que reivindican el ambientalismo y el congelamiento del uso de los recursos naturales y critican el desarrollismo y los impulsos industrializadores.

Todas estas posiciones, con sus matices, coinciden con la estrategia de la dominación imperialista en la medida que se oponen al fortalecimiento del Estado Nacional, al fortalecimiento económico, político y social a través del Capitalismo de Estado, al uso independiente de los recursos naturales para la industrialización y el desarrollo y a la convergencia de la Integración Latinoamericana y Caribeña.

La propia historia latinoamericana y caribeña, las experiencias de luchas de liberación nacional de nuestros pueblos, la búsqueda de independencia e integración de una sola patria en distintos momentos de los pasados siglos, son la fuente mas importante para orientar el futuro de las actuales contradicciones y enfrentamientos. Las banderas de la integración soberana y la formación de una nación de repúblicas están vigentes.

En un contexto geopolítico mundial como el actual, en el que se perfilan grandes bloques geográficos de incidencia internacional, en el que el imperialismo y las transnacionales operan acciones de intervención militar sofisticada como en Irak, Malí, Libia o Siria, en el que la crisis económica y financiera del capitalismo lleva a las potencias a mantener y controlar los recursos estratégicos del planeta, urge y corresponde impulsar en cada uno de los países de América Latina y el Caribe el fortalecimiento de los estados y sus gobiernos nacionalistas, las economías que fortalezcan el capitalismo de estado, la industrialización independiente, la redistribución de la riqueza y la realización de políticas soberanas y, sobretodo, consolidar los acuerdos y pactos regionales como ALBA, UNASUR y CELAC como escudo protector ante las potenciales agresiones y estrategia de liberación.

N. de la R.
Eduardo Paz Rada
es sociólogo boliviano, docente universitario, actualmente Director de la Carrera de Sociología de la UMSA y co-Director de la Revista Patria Grande.