Banco Nacional de Guinea Ecuatorial (BANGE).

Guinea Ecuatorial/Alemania
Espacios Europeos (6/6/2017)
Le recordaron al Primer Ministro la existencia de una normativa a la que Guinea Ecuatorial se comprometió a respetar, que estipula que “los Administradores del Consejo de Administración deben aprobar con anticipación a que su denominación sea efectiva y que altos oficiales del Gobierno no pueden ser contratados para dicho cargo”, junto a que,“el Estado puede nominar a sus representantes en el Consejo de Administración siempre y cuando estos no sean políticos ni oficiales gubernamentales”.

Desde hace más de 3 semanas, Diario Rombe sigue revisando, analizando y publicando los documentos relacionados con la dictadura de Teodoro Obiang, que pertenecieron al ex Primer Ministro del Gobierno y ex Embajador de Guinea Ecuatorial en Alemania, Candido Muatetema Rivas. Como hemos dicho en anteriores publicaciones, es una práctica muy habitual entre los colaboradores de la dictadura, guardar los documentos comprometedoros que han estado manejando durante muchos años para poder defenderse ante cualquier proceso judicial antes o después de la dictadura.

La familia del dictador se encuentra en una situación bastante complicada a juzgar de algunas conversaciones mantenidas entre Muatetema Rivas y otros colaboradores del régimen, por el simple hecho de que, la gran mayoría de ellos han recopilado información, documentación e incluso algunos se dedican a fingir una supuesta lealtad con el simple objetivo de obtener datos relevantes que podrían servir para perseguirlos cuando las condiciones sean oportunas.

Los directorios que hemos analizado hasta ahora revelan información comprometedora, por ejemplo una carta que el Grupo de Inversores Alemanes que controlaba el 25% del Banco Nacional de Guinea Ecuatorial remitió al entonces Primer Ministro del Gobierno. Según una carta con fecha 22 de septiembre de 2008 y firmada por el fallecido Candido Muatetema Rivas,  enviada al entonces Ministro de Planificación y Desarrollo, revela que el Embajador fue quien se encargó de buscar potenciales inversores alemanes para la ampliación del Capital Social del banco privado de la familia del dictador y de una Sociedad de Seguro Nacional.

Muatetema Rivas contactó con el Grupo Angermayer Brumm & Lange Unternehmensgruppe “el cual está animado en principio de invertir y cooperar con nuestro país en la implementación del vasto programa estratégico del Gobierno 2020” (Ver documento 1). Los contactos entre Candido Muatetema y el grupo de inversores se iniciaron entre mediados y finales del año 2008 (Ver documento 2).

Y así es como los alemanes iniciaron su primera aventura empresarial entrando en el “negocio bancario” del clan Obiang firmando el contrato de accionista el 16 de diciembre de 2008. Una carta fechada en 2010 revela que Candido Muatetema Rivas siguió trabajando para captar potenciales inversores extranjeros para mejorar las condiciones de “salud” de los negocios de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo (Ver documento 3), consiguiendo introducir en Guinea Ecuatorial, a Peter Fischer entonces Director General de la Oficina en Johannesburgo del Fondo de Inversión Alemán para el Desarrollo “a fin de verificar oportunidades de financiar proyectos de desarrollo, emprendidos por las Pequeñas y Medianas Empresas Nacionales”.

Las relaciones entre la dictadura familiar y el Grupo de Alemania se fortalecieron, cuando ganaron la máxima confianza de Obiang. Y gracias a esa confianza, decidieron en principio ampliar sus carteras de negocios en Guinea Ecuatorial creando lazos entre el Sr. Hartmann de la compañía MRK con Francisca Obiang; Teodoro Nguema Obiang Mangue y Gabriel Mbega Obiang Lima, todos hijos del dictador Teodoro Obiang; Enrique Mercader, entonces Ministro de Transporte, Tecnología, Correos y Telecomunicaciones y por último Melchor Esono Edjo –Sobrino de Obiang– (Ver documento 4 y Ver documento 5).

Lo que nunca tuvieron en cuenta es que Guinea Ecuatorial a diferencia de otros países africanos, estaba gobernado por una familia totalmente incivilizada, que primero no respetan las reglas del juego y segundo, tampoco los mismos compromisos firmados. En la carta dirigida al entonces Primer Ministro del Gobierno, Ignacio Milan Tang, se exhibe cómo arremeten duramente contra el Gobierno por su falta de seriedad. “Por el bien de la transparencia y principios del buen gobierno, tal como es establecido en los acuerdos de Basilea y en las normas de la COBAC, debe mantenerse una clara separación de responsabilidades entre la supervisión y la gerencia de instituciones financieras”.

El contenido de la carta revela que, el Grupo de Inversores alemanes nunca entendió que a pesar de ser accionistas del BANGE, el Gobierno tomaba las decisiones de la entidad financieras sin apenas informar. “Como accionistas, nos remitimos a estos principios –de hecho, son de importancia primordial para nuestra reputación internacional-” , se establece igualmente en la crítica misiva.

El sobrino de Obiang, entonces Ministro de Hacienda y Presupuesto, Melchor Esono Edjo, convertido en uno de los hombres más ricos de Guinea Ecuatorial, hacía y deshacía lo que le daba la gana con el Banco y no respetaba en absoluto la independencia de los accionistas. En referencia a esto, se manifiesta: “Entendemos plenamente la posición del Ministro de Hacienda y Presupuesto, Melchor Esono Edjo en cuanto a su deber de salvaguardar el funcionamiento propicio de los mercados financieros del país y el papel que las instituciones individuales juegan en el mismo”, -para luego añadirse, que- “no debería interferir en el Consejo de Administración y la gerencia del banco”.  Los inversores alemanes no podían asimilar el corrupto y desestructurado comportamiento que estaban presenciando, e incluso comunicaron en un correo confidencial a Candido Muatetema que “las autoridades de vuestro país no saben gobernar ni respetan absolutamente nada”.

A los inversores no les quedó más alternativa que solicitar la intervención del Primer Ministro para mediar en el conflicto, pero lo que no previeron fue que, Ignacio Milan Tang, a pesar de ser la máxima autoridad del Gobierno, no tenía autoridad política ni moral para exigir cualquier cosa al sobrino de Obiang Nguema. “Señor Primer Ministro, confiamos en que las injustificadas preocupaciones del Ministro de Hacienda puedan ser resueltas de forma satisfactoria mediante mayor comunicación entre su oficina y el banco”, comunicaron los accionistas.

La paciencia tiene límites y así los alemanes lo hicieron saber al Primer Ministro del Gobierno Ignacio Milan Tang. Toleraron muchas actividades irregulares por parte de las autoridades guineanas, pero la gota que colmó el vaso fue cuando tuvieron conocimiento desde fuentes externas de la “revocación del Presidente del Consejo de Administración de nuestro Banco D. Jose Ela Oyana y de la denominación por Decreto Presidencial Nº 2218, fechada el 28 de Octubre de 2010, de su sucesor, D. Martin Crisantos Ebe Mba”.

Este hecho descolocó por completo las intenciones y el futuro de la inversión del Grupo Alemán en el Banco Nacional de Guinea Ecuatorial, pues “como accionistas con un 25% del banco, hubiéramos apreciado la cortesía de habernos informado de tal acontecimiento antes de que el mismo hubiera sido hecho efectivo, pero por otra parte, de más está decir que respetamos el derecho del Gobierno a nominar a sus propios representantes siempre y cuando esto sea llevado a cabo en línea con los estatutos del banco, la ley uniforme de la OHADA y las normas de la COBAC”.

Teodoro Obiang Nguema Mbasogo demostró a los inversores alemanes del porqué se le considera el dictador más longevo del continente africano, dueño del destino de cualquier actividad empresarial. De la misma manera que gestiona a su antojo los recursos procedente del petróleo, Obiang recordó con esa maniobra que las decisiones las toma él sin necesidad de obtener el consentimiento de ningún ciudadano o grupo extranjero.

Reprocharon al Primer Ministro la falta de seriedad e inmadurez por parte de su Gobierno, pues “en lo que se refiere a su confirmación por parte del Consejo de Administración, tenemos el temor de que un detalle importante de las normas de la COBAC haya sido pasado por alto, problema que podría haberse evitado si se nos hubiera consultado a nosotros, el segundo mayor accionista, con anterioridad a esa decisión”.

Lo curioso de toda esta unión que nació con mucho futuro y que terminó en un fracaso sin precedentes, es que deja claro que, las autoridades guineanas no entienden absolutamente nada, a pesar de la existencia de una normativa que establece claramente los procedimientos que debe seguir el Consejo de Administración para nombrar a un presidente del mismo, hicieron las cosas como las hacen desde 1968. Le recordaron al Primer Ministro la existencia de una normativa a la que Guinea Ecuatorial se comprometió a respetar, que estipula que “los Administradores del Consejo de Administración deben aprobar con anticipación a que su denominación sea efectiva y que altos oficiales del Gobierno no pueden ser contratados para dicho cargo”, junto a que,“el Estado puede nominar a sus representantes en el Consejo de Administración siempre y cuando estos no sean políticos ni oficiales gubernamentales”.

Antes de concluir su carta, los inversores amenazaron con retirar sus acciones si las fuerzas adversas seguían prevaleciendo en los asuntos internos del Consejo de Administración y de “infringirse la habilidad de ADC de seguir dirigiendo el banco” sentenciaron- “entonces ADC deberá reconsiderar su compromiso con BANGE y con su país en general”. Y definitivamente cumplieron con sus amenazas, retiraron su participación y abandonaron el Banco Nacional dejándolo en manos de una de las familias más corruptas de África Central (Ver documento 6).