espacioseuropeos.com (20/3/2009)
Por su interés, recogemos íntegramente las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de la RASD (Republica Árabe Saharaui Democrática), Mohamed Salem Uld Salek, en respuesta a las realizadas en el Congreso de los Diputados español por su homólogo Moratinos.
«Los órganos de prensa españoles han recogido las declaraciones del Ministros de Asuntos Exteriores Español, Miguel Ángel Moratinos, sobre el Sáhara Occidental, ante el Parlamento de su país.
Lamentamos profundamente que después de 36 años de lucha de liberación nacional en el Sahara Occidental y más de cuatro décadas de acción de las Naciones Unidas para la descolonización de la última colonia en África, el Ministro de Asuntos Exteriores de la potencia administradora se da a las amalgamas en esas declaraciones y no deja de contradecirse continuamente en el asunto.
EL Ministro español recurre primero a la amalgama puesto que el sólo hecho de que Marruecos se niegue a aceptar la celebración del referéndum de autodeterminación, no significa de ningún modo su anulación. La celebración de ése es el único medio jurídico, político y practico que permite al pueblo saharaui, depositario de la soberanía, determinar libremente su destino.
La MINURSO (Misión de Naciones Unidas para la Organización del Referéndum en el Sáhara Occidental), que ha creado Las Naciones Unidas está en el Territorio para llevar acabo su misión que no es otra que la organización de un referéndum de autodeterminación. Alegar que ése es imposible de celebrar o que está sobrepasado es alinearse desgraciadamente a la postura del ocupante.
Querer excluir el referéndum de autodeterminación es querer poner término al alto el fuego con todas las consecuencias que eso conlleva, puesto que los dos están íntimamente ligados conforme a los acuerdos firmados por las dos partes en el conflicto, el Frente POLISARIO y el reino de Marruecos. Acuerdos que el Consejo de Seguridad y la Asamblea General han confirmado en repetidas ocasiones.
El Ministro español se contradice por otro lado con las Naciones Unidas al pretender dar al derecho a la autodeterminación una significación, interpretación y alcance que no están establecidos por la Asamblea General en sus resoluciones 1514 y 1541 de 1960 que han fijado de manera clara las opciones que ofrece este principio fundador del derecho y pilar de la legalidad internacional que son la independencia, la integración a un Estado independiente o la libre asociación a otro país.
El Gobierno español, nada ajeno a los sufrimientos de nuestro pueblo, está llamado una vez más a contribuir a la solución justa y duradera del conflicto e evitar ser parte de éste, obrando de manera honesta sin amalgamas ni ambigüedad a fin de permitir al pueblo saharaui poder expresarse sobre su destino de manera democrática».