francois-hollandeFrancia
espacioseuropeos.com (7/5/2012)
Nada más conocerse los resultados electorales, François Hollande declaró en su primer discurso como presidente de Francia que sus prioridades van a ser las nuevas generaciones y la igualdad. Según recoge  Radio France Internationale, Hollande aseguró que «la austeridad no puede ser una fatalidad»,  pero no obstante se comprometió a  una «reducción de los déficit y la deuda».

En la ciudad de Tulle, su feudo político, el ya presidente francés manifestó que «En este 6 de mayo, los franceses acaban de elegir el cambio llevándome a la presidencia de la República»: Poco después se dirigió a París donde miles de militantes y simpatizantes  de su partido le esperaban en la plaza de la Bastilla, donde fue recibido al grito de «On a gagné!» (¡Ganamos!).

Con el 51,1% de los votos, el candidato socialista se ha hecho con la presidencia de la República.  Hollande se convierte así en el segundo presidente socialista de la V República Francesa después de François Mitterrand, que presidió Francia desde 1981 a 1995.

 «Demasiadas fracturas, demasiadas heridas, demasiada ruptura, demasiados cortes han podido separar a nuestros compatriotas», sostuvo Hollande,  ante los miles de seguidores que le aclamaban sin cesar. Eso sí, pidió que le juzgaran por lo que haga con la juventud y la justicia: «Cuando al término de mi mandato me pregunte qué he hecho por mi país, me haré las siguientes preguntas: ¿qué he hecho para que avance la causa de la igualdad? ¿Y le he permitido a la nueva generación ocupar todo su lugar en el corazón de la República?».

La misma fuente recoge el mensaje que  Hollande lanzó  a Europa: «la austeridad no puede ser una fatalidad (…) En el momento en que el resultado fue proclamado, estoy seguro de que en no pocos países europeos se sintió un alivio, una esperanza, la idea de que por fin la austeridad no puede ser una fatalidad», dijo.

La canciller  alemana, Angela Merkel, que durante la campaña electoral había apoyado a Sarkozy, obviamente felicitó a  Hollande y su ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, calificó su victoria de «acontecimiento histórico», asegurando que «trabajarán juntos sobre un pacto de crecimiento».

Nicolas Sarkozy reconoció de inmediato su derrota y afirmó que Hollande es el «nuevo presidente» francés, a la vez que asumía «toda la responsabilidad» de la derrota.

La victoria de Hollande es un alivio para Mariano Rajoy, pues ahora Bruselas será menos exigente con el déficit y los ´recortes´.