Internacional
Ana Camacho (26/5/2013)
El 25 de mayo de 1963, nació la Organización de la Unidad Africana, antecesora de la actual Unión Africana. En la revista Mundo Negro han marcado este 50 aniversario del panafricanismo con un número especial que, junto a artículos de grandes especialistas sobre el origen, desarrollo y balance de este intento integrador, contiene en sus páginas centrales, con formato de separata “un país por país” con datos políticos, económicos y demográficos de cada uno de los 55 países africanos, incluyendo a la República Árabe Democrática Saharaui (RASD) fundada por el Frente Polisario y reconocida por más de 80 Estados.
El cuadernillo de fichas incluye así a los 54 Estados miembros de la UA y a Marruecos, único país del continente que no forma parte de la organización en protesta por la admisión del Estado creado por el Frente Polisario. Los responsables de la revista misionera (con más de 60.000 suscriptores) ya habían seguido este planteamiento en el número especial que publicaron hace tres años (África, 50 años de independencia) para celebrar el medio siglo de existencia de esta revista mensual que tiene su foco de atención sobre el continente africano.
Como recordó en la presentación de este número especial el redactor jefe Luis Esteban Larra, Mundo Negro siempre ha estado muy comprometido con el pueblo saharaui en su tortuoso y todavía inacabado camino hacia la descolonización. Aunque, subrayó, la decisión de que la RASD tenga su “ficha” como el resto de los países africanos no les ha supuesto ninguna duda, teniendo en cuenta que la bandera saharaui comenzó a ondear en la sede de la OUA a partir de 1984. Una realidad que podría servir de reflexión al ministro de Exteriores García Margallo en relación con esa iniciativa con la que el pasado día 20 diversas asociaciones, partidos, sindicatos y universidades le han solicitado por escrito que se de un estatus diplomático para el Frente Polisario.
La admisión de la RASD en la OUA, en 1984, desencadenó una de las crisis más graves de la organización. Lo recuerda en el artículo de apertura de este número especial el profes al hacer un repaso a la evolución de esa aspiración por conseguir la unidad en África que, como reconstruye en otro artículo el periodista y novelista ecuatoguineando Donato Ndongo (exiliado en España), se gestó lejos de allí por obra de los intelectuales negros de Estados Unidos y del Caribe, descendientes de las víctimas de la Trata de Esclavos, que tanto contribuyeron a que prendiese el grito de “África para los africanos” que vertebró el movimiento descolonizador.
Hay debates en el panafricanismo que llevan años sin llegar a su punto final. Es el caso del tira y afloja que se produjo en el duro camino hacia el consenso que acabó alumbrando la OUA entre los partidarios de un panafricanismo más enérgico que apostaba por la unión política por un lado, y el bando de los que exigían una unión más moral y gradual.
En el especial de Mundo Negro el economista togolés Yves Ekoué Amaizo viene a dar la razón a aquellos padres de la fundación de la OUA (el senegalés Leopold Senghor, por ejemplo) que acabaron imponiendo la tesis moderada y que consideraban irrealista el ideal más radical que defendían el ghanés Kwame Nkrumah o el tanzano Julius Nyerere. Este experto no renuncia a la quimera panafricanista pero pone el dedo en una de sus llagas: cómo iban a lograr los africanos la unión política, dice, si todavía tienen pendiente una integración económica que, como mínimo, afiance el comercio intrarregional que hoy en día no llega ni por asomo al nivel de intercambio del 15,7% de la alianza iberoamericana MERCOSUR. Pues bien, pese a estos datos demoledores no han faltado esta semana, entre las intervenciones de la XXI Cumbre de la UA que se está celebrando en Addis Abeba para marcar el aniversario, voces que han vuelto a remover el tema lamentando como una oportunidad perdida que no hubiese prevalecido la postura defendida por Nkrumah.
Por el momento, en cambio, no ha habido quien ponga en entredicho el reconocimiento de la UA a la RASD. La organización envió la semana pasada a un alto representante a las celebraciones del 40 aniversario del Frente Polisario. En su intervención en los actos organizados en Tifariti, la capital de los territorios bajo control del Polisario, el mensaje de la UA fue inequívoco y expresó la determinación de la organización de estados africanos porque se cumpla el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
P. D.
En la presentación del número especial de Mundo Negro se anunció un cambio de dirección de la publicación. Tras siete años de haber estado al frente de la redacción, el director Ismael Piñón cumple su sueño de volver a las misiones en algún lugar remoto de Chad. En su lugar, recién llegado de Suráfrica, toma el relevo Jaume Calvera Pi. ¡Bienvenido! Ismael, fue un placer colaborar contigo. Hasta luego, y suerte en el nuevo destino.
N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de Ana Camacho, periodista, activista intelectual y física, de los derechos humanos, que también se puede leer en su página de Internet, arenasmovedizas.
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