España
Diego Camacho (11/10/2013)la-familia-real1
Los nuevos datos facilitados al juez, por el BBV-A, sobre la utilización por parte de la Infanta Cristina de los fondos de la empresa Aizoon, para gastos personales, evidencia que el principal argumento para su exculpación no se sostiene. Nada de ser una mujer tontita y enamorada de su marido sin idea de los manejos de éste, sino que sabía cuando le convenía aprovecharse del dinero obtenido fraudulentamente. Creo además que la mayor parte de los españoles hemos tenido siempre una opinión mucho más favorable de la capacidad intelectual de la duquesa de Palma, de la que al parecer tienen en Palacio.

Puede suceder que: la fiscalía prefiera evitar la imputación de la hija del Rey a hacer prevalecer el principio de legalidad; que a la abogacía del Estado le interese defender antes la razón de Estado que al Estado de Derecho; que el juez instructor no se atreva; o que llegándose a los tribunales superiores no se aprecie delito en una Infanta, en hechos que lo son para los demás mortales. No creo que en ningún caso llegue a utilizarse el indulto, antes se buscaría la prescripción. Todas estas hipótesis, algunas de ellas complementarias, dan idea de la magnitud del problema: la defensa del privilegio real por delante del interés nacional, que no puede ser otro que el cumplimiento de la ley.

Que esta falsa tonta y su marido se queden con el dinero afanado fraudulentamente mueve a la indignación y al desprecio hacia un Poder ciego y mezquino. Si se considera que un miembro de la Familia Real no debe ser llevado a los tribunales, que se les enseñe desde pequeñitos que el robar está mal y mucho peor cuando se ostenta la alcurnia y la Grandeza.

A los estrategas de la Casa Real para desviar la atención no se les ocurre mejor salida que transformar este drama en esperpento y convertir a España en un patio de monipodio. Se cuestiona la conducta de la Princesa de Asturias y se lanzan rumores sobre las dificultades del matrimonio y la educación religiosa de las dos hijas de los príncipes. Al órgano mediático por excelencia de la Zarzuela, HOLA, no le gusta nada la princesa consorte y sin embargo se recrea con la amante del Rey, también princesa por su matrimonio morganático. También preocupa el aparente distanciamiento de los herederos, mientras se muestra la felicidad existente en el matrimonio CristinaIñaki con la Reina de España de oficiante, aunque no es de extrañar pues hasta el momento han conseguido quedarse con la pasta.

Para suceder a Franco, Juan Carlos tuvo que saltar sobre los derechos dinásticos de su padre y colocarse por cierto tiempo en su contra. La generosidad de don Juan y su abdicación permitieron a Juan Carlos I recuperar una legitimidad dinástica de la que había carecido en su subida al trono. ¿Qué pretende con el Príncipe de Asturias, que también abdique?