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espacioseuropeos (25/1/2014)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene previsto celebrar en mayo una conferencia en Maputo, la capital de Mozambique, centrada en las estrategias necesarias para sostener el crecimiento económico africano. «El congreso reunirá a los principales actores políticos de toda África subsahariana, para poder discutir los riesgos y oportunidades que África encara hoy en día», dijo Roger Nord, del departamento del FMI dedicado al continente. La presidenta del organismo internacional, la francesa Christine Lagarde, asistirá al encuentro que también contará con los ministros de economía y gobernadores de los bancos centrales de muchos de los cincuenta países invitados.

Según las predicciones del FMI, África subsahariana mantendrá un crecimiento económico del 6% durante este año. Otros informes sugieren además que el continente es cada vez más atractivo para los inversores. Sin embargo, a menudo estos datos macroeconómicos como el incremento en las tasas del producto interior bruto no se ven claramente reflejados en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos. Varios estudios muestran que el crecimiento africano no está repercutiendo en la creación de puestos de trabajo o en una reducción de pobreza efectiva en muchos países.

«Está siendo difícil para la mayoría de los países africanos traspasar el crecimiento a la creación de trabajos decentes y reducir las crecientes desigualdades», dijo Adam Elhiraika, jefe de la Comisión Económica de Naciones Unidas en la publicación de un informe en Adís Abeba. «África funciona muy por debajo de su potencial. (…) Necesitamos diseñar e implementar políticas de valor añadido, de modernización de la agricultura y ligar la minería con el sector manufacturero. La integración de la economía formal con la informal es también un elemento crítico», dijo Elhiraika, señalando algunos de los retos claves de la economía africana según recoge Africa Review.

Volviendo al FMI y concretando un poco en el programa de la conferencia, Nord dijo que el encuentro serviría para ver cómo el continente puede financiar sus enormes necesidades de transporte y energía y de qué manera la extracción de recursos mineros puede beneficiar a los africanos de a pie. Precisamente el país anfitrión, Mozambique, vive un momento de expansión económica gracias, en parte, a la explotación de sus gigantescas reservas de gas natural mientras el país se recupera de una larga guerra civil y depende de los donantes en un tercio de su presupuesto. Mozambique continúa siendo uno de los países más pobres del mundo.

El FMI encuentra en Botsuana, Namibia y Sudáfrica, los lugares subsaharianos que ofrecen un mejor clima para los negocios, según escribe Jean-Arsène Yao en el número de enero de la Revista Mundo Negro. También están Ruanda y Cabo Verde, «considerados casos de éxito en el desarrollo de los países africanos, aunque el tamaño de sus mercados sean reducidos».

Un estudio realizado por el banco alemán Commerzbank destaca el atractivo de África subsahariana para las inversiones extranjeras. «La crisis financiera apenas ha afectado a la región. Con un crecimiento real del 5% en 2013 y un 6% previsto para 2014, la región ocupa la segunda posición por detrás de Asia», dice el informe, que sin embargo destaca algunas debilidades que están impidiendo aprovechar debidamente este momento de crecimiento como, por ejemplo, las carencias en infraestructuras. Para Rainer Schaefer, Jefe de Análisis Riesgo-País del banco mencionado, África ha mejorado, no obstante, sus infraestructuras rápidamente, lo que ha elevado su dinamismo y provocado un aumento de las exportaciones.

En relación con la energía, África podría convertirse en un actor clave en el desarrollo de las tecnologías aplicadas a energías renovables económicamente rentables, dijo Florian Witt, también de Commerzbank: «Hay un montón de oportunidades para los inversores extranjeros en las áreas de la tecnología solar y eólica, e incluso en el biogás».

Fuente: mundonegro.com.