España
David Bollero (4/2/2014)Mariano Rajoy y Montoro
Comienzan a llegar informaciones de la futura reforma fiscal que planea el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y éstas no pueden ser más decepcionantes. Hoy se ha conocido que el ministro está barajando desgravaciones fiscales para aquellos particulares que tengan contratado servicio doméstico. Ignoro si se trata de una modificación real o de otro de esos globos sonda tan habituales en las filas de este Gobierno, que hoy ha recibido el jarro de agua fría de sumar otros 113.000 parados más en enero.

Uno bien podría pensar que quien tenga capacidad para contratar a personal que le limpie la casa, también tendrá dinero suficiente para pagar los impuestos que le corresponde sin beneficiarse de ventaja alguna. Pues no, al menos, en la mente de Montoro, que aplica el mismo criterio que el que ya rige para las desgravaciones para colegios privados o yates de lujo.

La justificación por parte del ministerio de Hacienda radica en una supuesta justicia social, pues con la medida espera destapar los contratos en negro que tanto se extienden en este sector. A fin de cuentas, la cifra de empleadas del hogar sin cotizar a la Seguridad Social podría rondar las 500.000 según fuentes de la EPA –aunque otras lo elevan hasta las 700.000-, mientras que las que sí lo hacen no llegan a las 400.000.

Esta medida no parece encaminada a mejorar la fiscalidad o a ayudar a mejorar los ingresos del Estado por vía de unas medidas realmente progresivas. Más bien al contrario, las mencionadas desgravaciones beneficiarían mayoritariamente a quien no las necesita. Otra cosa muy distinta sería apoyar desgravaciones para la contratación de profesionales para el cuidado de personas dependientes pues, a diferencia del servicio doméstico, no se trata de un lujo (más allá de discursos demagógicos en pos de la conciliación).

Si Montoro quiere de veras una revolución fiscal que comience por introducir nuevos tramos, con tipos del 45% para rentas superiores a 60.000 euros al año y del 50% para las que superen los 120.000 euros. Sólo así se ingresarían más de 2.500 millones de euros (justo el recorte en los Presupuestos Generales del Estado que impuso la Unión Europea a finales del año pasado) y ni siquiera afectaría al 4% de la población.

Por último, una reflexión final, puesto que el anuncio de Montoro sobre las desgravaciones para el servicio doméstico se presta a discursos del tipo “este PP que sólo beneficia a las élites”. Se equivocan, no es el único. En España ya hay dos Comunidades Autónomas que aplican este tipo de desgravaciones: Una es Galicia (PP) y la otra… Andalucía (PSOE/IU), que llega a aplicar hasta un 15% sobre la cantidad cotizada. Ojo.