Misil chino, Misiles Dong Feng 41

Internacional
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(29/1/2017)
China ha procedido a  instalar un sistema de misiles intercontinentales DF-4, de fabricación china, en la provincia de Heilongjiang, en su frontera con Rusia. La noticia la recoge el diario chino Global Times, que  afirma que este tipo de cohetes es de los más avanzados en la actualidad.

Medios de comunicación local y analistas internacionales, comparten la opinión de que la instalación de esos misiles se debe a la reacción del gobierno chino antes las provocadoras declaraciones del presidente Trump en contra de China.

Según Rusia Today, el portavoz del Kremlin ha comentado la noticia señalando que Moscú «no considera una amenaza» la ubicación de los misiles balísticos chinos en la provincia fronteriza con Rusia. El mismo medio afirma que «Estados Unidos no ha mostrado el suficiente respeto por el Ejército de China».

China no puede olvidar que algunos altos mandos militares «en varias ocasiones intentaron con arrogancia mostrar su intención de medir fuerzas (…) El potencial nuclear chino debería ser tan fuerte que ningún país se atreviera a pensar en un enfrentamiento militar bajo ninguna circunstancia y que otorgara a China la capacidad de responder a cualquier provocación».

Sin duda, a Washington no le agrada nada esa instalación de misiles, pues pueden alcanzar el país en menos de 30 minutos.

Los misiles Dong Feng 41 (viento del este en chimo), son cohetes balísticos intercontinental propulsado por combustible sólido de tres etapas, que cuentan con “capacidad para portar de 10 a 12 cabezas nucleares y un alcance máximo de 14.000 kilómetros, con lo que podría alcanzar cualquier punto del planeta”.

A pesar de que el titular de esta noticia puede prestarse a equívocos, hay que aclarar que la instalación de esos misiles no representan un peligro para Rusia, pues según especialistas en la materia van dirigidos, como prevención contra Estados Unidos. La cercanía de ese sistema de misiles –instalado o a punto de serlo en la provincia de Heilongjiang- les hace ineficaces a zonas cercanas como el llamado Lejano Oriente ruso,  Siberia Oriental u otras zonas.