Niños saharauis con el papa, agosto 2018

Sáhara Occidental
Espacios Europeos (20/3/2019)
Con motivo del próximo viaje del Papa Francisco a Marruecos, diversas organizaciones solidarias con el pueblo saharaui han entregado en la Nunciatura Apostólica una carta  en la que le comentan sobre la ocupación marroquí en el Sahara Occidental.

En esa carta se le pide que vele por el pueblo saharaui de la mejor manera posible y que abogue ante Mohamed VI por el fin de la ocupación y por la liberación de los presos políticos saharauis en cárceles de Marruecos.

La carta ha sido entregada al Nuncio Apostólico en Madrid, y en ella le dicen al Papa “el sinsentido de mantener la ocupación del territorio saharaui y que interceda por los presos y por el respeto a sus gentes y a sus recursos naturales”.

 “Las Naciones Unidas siguen buscando la manera de resolver el conflicto, y Marruecos, apoyado por los gobiernos de países como Francia o España, obstaculiza sistemáticamente el proceso”, afirman.

Otros párrafos se refieren a las “condiciones de vida en los territorios ocupados son muy difíciles porque no hay ni un atisbo de justicia, los saharauis están excluidos del trabajo, marginados en los colegios, tratados con violencia y arbitrariedad y sin ninguna libertad”  o a la situación de los presos saharauis, que “su única manera de protestar, la huelga de hambre, ha debilitado aún más a dichos presos y acrecentado las represalias de sus carceleros”.

El expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental también es centro de su información: “Marruecos expolia impunemente” sin que supongan beneficio alguno para el pueblo saharaui, su legítimo dueño, y el “muro de la vergüenza” de 2.720 kilómetros plagados de minas que divide el Sáhara Occidental y separa a las familias saharauis”.

Asimismo le ponen al tanto de que la ocupación marroquí “se mantiene con una represión permanente por parte de las fuerzas militares y policiales, lo que genera todo tipo de injusticias, abusos y represalias, y que hace de dicha ocupación un continuo atentado a los derechos humanos, provocando miedo y odio”.

La carta finaliza así: “Tras más de 43 años de ocupación y sufrimiento, esta situación debe terminar de una vez. Es indispensable lograr la Paz. Pero no la paz del exterminio sino la paz de la justicia”.

 Si el Papa no ha sido muy beligerante con los abusos sexuales de los curas, ¿podrá hacer algo por aliviar el dolor de los saharauis? Sinceramente, lo dudamos.