Joe Biden y Pedro Sánchez

Mi Columna
Eugenio Pordomingo (13/6/2021)
El presidente del Gobierno de España, ha conseguido tras enormes esfuerzos y plegarias que Joe Biden, presidente de Estados Unidos, le conceda la gracia de estar con él unos minutos. La cita tendrá lugar en Bruselas, donde los dos estarán para celebrar la cumbre de la OTAN. A estas horas, Sánchez debe estar en pleno nirvana y a la vez en estado de euforia contenida, pues hasta ahora Biden no se había dignado ni llamarle por teléfono, algo que si ha hecho con la mayoría de los mandamases de los países que integran la OTAN-UE.

Desde noviembre del pasado año, el presidente español esperaba anhelante, impaciente e intranquilo que Biden le llamará, pero nada. Ni una simple llamada recibió nuestro presidente. Pero el consumado ajedrecista, Iván Redondo, jefe del Gabinete de la Presidencia, consiguió que su jefe pudiera mantener un encuentro, aunque fuera breve, con el presidente estadounidense. Al éxito de esta operación se han sumado –o tal vez la iniciaron- las ministras de Defensa, Margarita Robles Fernández, y la de Exteriores-CEOE, Arancha González Laya.

La agenda de Biden estaba repleta, pero siempre hay un hueco para un amigo que nunca da problemas. Y así, el lunes 14 de este mes, los dos presidentes tendrán la ocasión de verse, hablar y, quizás, abrazarse, que es lo que espera con ansiedad Pedro Sánchez.

El gobierno español se ha movilizado en pleno para comunicar la buena nueva a todos los españoles y a la comunidad internacional. ¡Sánchez se verá, por fin, con Biden!

A cambio de esa concesión, Sánchez le han ofrecido a Biden el suelo patrio para que la OTAN celebre su próxima reunión. ¡España será la sede de la cumbre de la OTAN en 2022! Biden se encuentra en la cumbre del G7 en Londres y el lunes llegará a Bruselas para el cónclave otanista.

Es de esperar que todo salga como el gobierno español tiene previsto, pues sería más que lamentable que, por las razones que fuere, no se llegara a producir esa confluencia de astros.

Nada más hacerse público el notición, de que ambos presidentes mantendrían una entrevista, la maquinaria de la Moncloa, descorchó botellas de cava catalán, y puso en marcha la operación que tal evento fuera conocido por el mundo entero. “Que se gaste lo que sea en prensa, pero tiene que salir en todos los medios de comunicación posibles”, dijo alguien. Más que decir, dio instrucciones.

Los nervios están en el equipo de la Moncloa a flor de piel, y es que Sánchez va a tratar de hacer lo imposible por conseguir una fotografía con un abrazo con Biden, que supere en mucho al conseguido por el presidente francés, Emmanuel Macron.

¡Éxito diplomático extraordinario! ¡Algo inédito en la historia de España! ¡Algo que quizás nos lleve a convocar elecciones generales!, claman en los pasillos de la Moncloa. Solo falta que en Andalucía destronemos a Susana Díaz, eso puede ser el colmo, el jamás de los jamases . Una bendición de los dioses, claman otros.

¿Se atreverá nuestro presidente a plantearle Biden que haga una declaración de apoyo a España en el conflicto –más bien agresión- con Marruecos, y así anular de un plumazo lo que dijo Donald Trump –en palabras de su yerno- que Marruecos tenía la soberanía del Sáhara Occidental? Lo de revertir los aranceles, que tanto perjudican al comercio español, sería otro asunto a plantearle a Biden, pero ni habrá tiempo ni Sánchez se atreverá.

Eugenio Pordomingo

De puntillas tendrá que andar Sánchez en ese encuentro, pues entre bambalinas está el desaire que José Luis Rodríguez Zapatero –entonces en la oposición- le hizo a Estados Unidos. Fue aquel 12 de octubre, Día de la Hispanidad, desfile militar en Madrid, cuando Zapatero no se levantó al paso de la bandera estadounidense en protesta por la guerra –más bien invasión- de Irak. Y ya se sabe, estados Unidos no perdona estas cosas.

Sánchez tiene la enorme ocasión de mostrar al mundo que España no mantendrá más sumisiones políticas, militares ni comerciales, que es un país independiente, libre en sus decisiones más cruciales, y con objetivos claros en consonancia con la UE. Y que nuestro país, España, no tolerará agresiones como las de Marruecos.

Biden le pedirá a Sánchez, que se sume a su campaña contra el liderazgo de China y Rusia, y es que Estados Unidos no puede olvidar al satélite Sputnik  dando vueltas por el planeta en 1957  y que una perra rusa, Laika, fuese la primera astronauta animal. Tampoco puede olvidar el presidente de Estados Unidos, las guerras perdidas en Corea y Vietnam, en las que China estaba detrás.

Yo me conformaría con que  Biden no le pidiera a Sánchez otra base militar más, pues con las que ya tienen es más que suficiente.

¡Que se abracen y fuerte!