Europa
Espacios Europeos (5/3/2022)
“Europa apoya a Ucrania: el Parlamento demandas sanciones más duras contra Rusia”, titula una de las noticias que edita la página de internet del Parlamento Europeo, en la que se puede leer, por ejemplo, que “El Parlamento Europeo quiere aumentar el apoyo a Ucrania y sanciones más severas contra Rusia como respuesta a la invasión del país”. Asimismo, se da cuenta del pleno que hubo para analizar la invasión de Ucrania.
En ese pleno extraordinario celebrado el pasado 1 de marzo en Bruselas para analizar el “asalto militar” de Rusia sobre Ucrania, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, resaltó –según el texto europarlamentario- “que la invasión rusa es parte de la agenda de desestabilización del presidente Putin”: «Es un camino que llevará al Kremlin a una confrontación directa con Europa y con el orden mundial basado en normas. Es un camino que enfrenta al autoritarismo con la democracia. Es un camino que no podemos permitir que recorra sin oposición«, afirmó Metsola.
En consecuencia, los eurodiputados pidieron a Rusia que retire inmediatamente sus tropas y restablezca la integridad territorial y la soberanía de Ucrania.
Como es natural, todo estaba previsto y bien organizado. Zelenskyy, presidente de Ucrania, se dirigió al PE en directo desde Kiev, capital de Ucrania, y habló de las “pérdidas sufridas por los ucranianos en la defensa de su país”.
Zelenskyy dijo: “Estamos luchando por nuestros derechos, nuestras libertades, nuestras vidas y, actualmente, por nuestra supervivencia. También estamos luchando por ser miembros de Europa en igualdad de condiciones. Así que ahora, demostrad que estáis con nosotros«.
La mayoría de los parlamentarios europeos apoyaron una resolución en la que se condena a Rusia por esa invasión, a la vez que pedían sanciones más duras contra Rusia.
Una petición en vano –hacer por hacer que hacen-, los eurodiputados han pedido a Rusia “que retire inmediatamente sus tropas y restablezca la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”.
Entre tanto, la inflación sube y el petróleo y el gas también, el trigo comienza a escasear, el aceite de girasol se raciona, los europeos comienzan a entender que al final quien se beneficia del conflicto Rusia-Ucrania es Estados Unidos, las empresa fabricantes de armas se están forrando y los refugiados vuelven a ser un problema en el continente. El sufrimiento es para los de siempre, el pueblo llano, en este caso el ucraniano.
Y en España, de nuevo asaltaos masivos en la frontera de Melilla con Marruecos. Y es que, como siempre, el reino alauita aprovecha cualquier debilidad del gobierno español, para hundirle el alfanje donde más duele.