Internacional
Alejandra Durrell (9/4/2023)
El digital Insurgente, titula así una noticia, sin texto, pero con una foto (dos en una): ´Dos fotos que ilustran la cercanía de China y Rusia con los capos de la U.E´ que lo explica todo.
Explica, aclara, nos informa, del problema tan enorme que se ha creado en Europa debido a la sumisión de la Unión Europea a las decisiones de terceros, que en nada benefician a los europeos y sí a esos actores que se encuentran lejos del actual conflicto bélico.
No debemos olvidar lo que hace poco manifestó el Papa Francisco en una entrevista con el periódico italiano Il Corriere della Sera: “Los ladridos de la OTAN en la puerta de Rusia”. Y eso que Finlandia no había entrado todavía en el club de la OTAN.
Se queja la UE, y los jefes de Estado y primeros ministros de la mayoría de los 27 países que conforman esa asociación, de que China pueda enviar armamento a Rusia en su conflicto con Ucrania. ¿Acaso no lo está haciendo Estados Unidos, Reino Unido y Polonia?, solo por citar algunos de los países más volcados en que la guerra continúe. España, por supuesto no les va a la zaga.
En fin, que en pleno conflicto bélico, el presidente chino, Xi Jinping, ha invitado a China, a los primeros espadas de la UE. En esos encuentros les ha transmitido que no vayan a remolque de Estados Unidos.
China intenta jugar un papel de mediador en el conflicto entre Rusia y Ucrania, aunque más bien habría que decir entre Rusia y Estados Unidos (de comparsa la UE), y por ello ha ofrecido un proyecto de Paz que lo cierto es que no más más allá de que se produzca un serio diálogo entre las partes involucradas. Que ya es mucho.
La visita del presidente español, Pedro Sánchez, no debe obviarse, pues los dos países mantienen buenas relaciones, como se ha visto en esta visita, coincidiendo con el 50º aniversario de las relaciones entre ambos países.
Las dos fotos de portada ilustran de alguna forma la “cercanía” lejana entre Rusia y China con la Unión Europea. No hay duda que la UE se está arrepintiendo de su obediencia a ciegas a los mandatos de Washington, pero la presión es muy fuerte –el Reino Unido ayuda lo suyo- y no se avecina desenlace alguno. No obstante, la UE necesita a China para continuar con sus índices de producción, como ha reconocido la presidenta Úrsula von der Leyen.
Un juego de geoestrategia que perjudica, sobre todo, a la ciudadanía europea. Y Rusia es Europa, no lo olvidemos.