Pentti Linkola

Sin Acritud…
A.L. Martín Álvaro (26/12/2023)
El término fascismo o fascista, expresado a modo de insulto, es de uso extenso; no solo entre los políticos, como arma arrojadiza.

A menudo, por no decir siempre, se ignora el contenido ideológico e histórico del término. Viene a ser comodín de baraja y dardo lanzado sin ton ni son. Es una evidencia más de la superficialidad y simpleza de estos tiempos. También es ahora término aplicado al ecologismo pero es muy conveniente saber deslindar las cosas y como se verá, el término es correcto en unos casos pero no en otros.

Es sabida la multiplicación de diferentes ecologismos; la lista es interminable, según sensibilidades y ambiciones de protagonismo: ecologismo radical de izquierdas, a su vez subdividido; ecologismos moderados y tímidos; ecologismos de diferentes partidos políticos rivales….

Al otro lado el ultraliberalismo negacionista, defensor a ultranza del crecimiento sin trabas. El ecofascismo, en su análisis racional, ajeno al tumulto vocinglero del insulto, es  una forma de totalitarismo que se vincula con lo ecológico.

No es nada nuevo: el nazismo hitleriano relacionaba la ascendencia de los pueblos con la tierra que habitaban y le daba enorme importancia a la naturaleza; esto procedía del Romanticismo alemán del siglo XIX: «Blut und Biden», sangre y tierra. Ni que decir tiene que este idealismo ecológico nazi no fue impedimento para el masivo desarrollo armamentístico e industrial de Alemania.

El caso contemporáneo de ecofascismo, abiertamente confeso, está representado por el finlandés Pentti Linkola, ya fallecido: admirador de los nazis, defendía una dictadura férrea ecologista que controlase el aumento de la población global; leyes muy estrictas y con penas severísimas para proteger el medioambiente. Anteponía la naturaleza a la vida humana. Según Carlos Taibo Arias, el ecofascismo es, obsérvese la connotación de presente, la estrategia de algunos máximos dirigentes mundiales por controlar los recursos, cada vez más escasos, como consecuencia  del cambio climático: la marginación de una población sobrante o su exterminio llegado el caso.