espacioseuropeos.com (30/11/2009)aminertu
El pasado domingo, la activista saharaui Aminetu Haidar,, recibió en el aeropuerto de Lanzarote (Islas Canarias) la visita de un «emisario» del ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, que le ofreció la nacionalidad española como salida para resolver la crisis desatada tras su expulsión del Sáhara Occidental el 14 de noviembre.

Durante el transcurso de la entrevista, la saharaui sufrió un desvanecimiento a causa de su débil estado, motivo por el cual la reunión se tuvo que suspender.

No obstante, antes de la indisposición de Haidar, ésta rechazó la oferta. Su abogado comentó que «no quiere ser extranjera en su propia casa».

Ayer se cumplieron dos semanas de la huelga de hambre que mantiene la activista saharaui, en protesta por su expulsión. Haidar vive con su familia (dos hijos y su madre) en el Aaiún.

El gobierno español ha aceptado -sin protesta alguna- la decisión de Marruecos de expulsarla al obligarla a entrar, el 14 de noviembre, en el aeropuerto de Lanzarote en contra de su voluntad. Es España, por tanto, a quien corresponde buscar una solución. Y la solución, guste o no al gobierno español, pasa por devolverle la «patata caliente» a Marruecos.