espacioseuropeos.com (7/3/2010)
En Granada (España), el ministro delegado para Europa de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Sidati, afirmó ayer sábado que España y Francia intentan «imponer» el acuerdo con Marruecos en el seno de la Unión Europea aprovechando sus respectivas presidencias de turno y «silenciando los crímenes del régimen marroquí y su ocupación ilegal del Sáhara Occidental», de acuerdo con la información de la agencia de noticias saharaui SPS.
Durante la presentación de la Conferencia Internacional de Apoyo al Pueblo Saharaui que finaliza hoy en Granada con motivo de la cumbre UE-Marruecos, Sidati incidió en que «no es fortuito» que fuera durante la presidencia francesa de la Unión cuando se otorgó a Marruecos un estatus privilegiado y que ahora, durante el turno de España, se «ratifique» esta decisión con una cumbre para darle contenido.
«Estos dos países están intentando implicar a toda la Unión Europea», insistió el ministro Sidati, quien recordó que existen diferentes versiones entre los países miembros sobre el conflicto del Sáhara Occidental y entre ellas hay quienes se muestran contrarios a que este territorio forme parte de los acuerdos alcanzados con el gobierno marroquí.
En este sentido, advirtió de que Marruecos «no está habilitado para beneficiarse de un tratamiento de privilegio porque permanece anclado en un sistema despótico y antidemocrático que vulnera los derechos humanos» y consideró injusto que se le permita hacer uso «de la generosidad occidental» -en relación a las subvenciones europeas- para «dar robustez a su sistema de represión con el Sáhara Occidental».
Mohamed Sidati, invitó a la Unión Europea a «no meterse en un embrollo» y a revisar los acuerdos que mantiene con Marruecos, como el de pesca, ya que de lo contrario -añadió- se estará lanzando «un mensaje peligroso a Marruecos» que puede ser interpretado como un «aval a su política de represión» y que, en su opinión, contraviene el trabajo desarrollado en este campo por las Naciones Unidas.
Sidati aludió también a las políticas «armamentísticas» de Marruecos, lamentado que haya llegado a gastar «más del cuatro por ciento de su Producto Interior Bruto en armas» pese a ser «un país subdesarrollado«, y culpó de ello a España y Francia que, según dijo, «son sus principales proveedores».