Estupidez

Mi Columna
Eugenio Pordomingo
(30/1/2018)
¡Vaya trajín el que se traen Carles Puigdemont, Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Inés Arrimadas y todos los que giran alrededor de la “cuestión catalana”!, a la que se ha unido la Casa Real y, por supuesto, a la que ya estaban enganchados todos los partidos políticos. Todos ellos, y algunos más, han formado una especie de sociedad de engreídos. Ya lo decía el escritor madrileño Enrique Jardiel Poncela, “La estupidez es una asociación internacional”, y también nacional, digo yo. Parece, no obstante, que en uno de los dos bandos hay más estúpidos, a tenor de lo que acontece.

El guirigay que hay montado en La Moncloa es tremendo. Pero, claro, entretanto, siguen cobrando y acumulando dinero en sus fondos de pensiones. La lid que mantienen María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría es épica, y no por lo de epopeya que pueda tener, que no lo tiene, sino por la inmensidad de la misma. No olvidemos que la primera controla la Defensa Nacional, y la segunda, entre otras muchas instituciones, el CNI (Centro Nacional de Inteligencia), además a su equipo de abogados del Estado, que empieza a cosechar más fracasos que oropeles.

Soraya se ha cargado a Jorge Moragas, Director General de La Moncloa, como antes lo hizo con García-Margallo, y con otros muchos.  Claro, que a Moragas no se le puede echar sin más, está al tanto de casi todo. Y por eso le han despedido –también con sueldo en diferido- y le han largado a Washington D. C., como Embajador de España ante la ONU, y con un sueldo superior en un 60% al que tenía. Una bicoca.

El rey en Davos: una vergüenza nacional
Del video propagandista de la Familia Real, no voy a comentar nada, “allá ca uno”, pero si quiero recoger lo escrito por el catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo, que en un artículo titulado El rey en Davos: una vergüenza nacional, publicado en eldiario.es, afirma que “El rey no puede ocupar el lugar que corresponde al presidente del Gobierno. Una magistratura hereditaria y otra democráticamente legitimada no son intercambiables”. Y continúa: “Puede imaginarse  alguien que, en lugar de Theresa May, fuera la reina Isabel II la que acudiera a la cumbre de Davos, se entrevistara con Donald Trump o Emmanuel Macron, asistiera a la mesa redonda sobre la desigualdad como problema definitorio de nuestra época y acabara dando una conferencia en el Plenario de la cumbre sobre “El futuro de Gran Bretaña y la Unión Europea tras el Brexit”.

“¿Qué hace el rey de un “Estado social y democrático derecho”, en el que “la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado”, en una cumbre como la de Davos, entrevistándose con el presidente de Francia y pronunciando una conferencia en el Plenario sobre “presente y futuro de España y Europa?”

En fin, piensen y mediten, aunque seguro que tras quemar algunas neuronas, se dirán, “a mí eso me importa un bledo”.  Y eso, precisamente eso, es lo que ELLOS quieren que piensen.

Y ahora lo de Inés Arrimadas –vencedora sin medalla en Cataluña-, que en una semanita se ha dejado ver el plumero. Doña Arrimadas, en una entrevista el miércoles pasado en una radio catalana, y en el transcurso de una entrevista, puso de ejemplo una sentencia judicial en la que se condenaba a un joven de nacionalidad suiza a siete años de prisión por quemar un coche de la policía. A lo que con rapidez felina, el periodista Jordi Basté, presentador del programa, matizó a Arrimadas: «Efectivamente, en Francia se ha condenado a siete años a una persona por quemar un coche de la Policía… con policías dentro«.

Y otra. En la Sexta Noche, en el programa que dirige Iñaki López, la lideresa de Ciudadanos en zona catalana, le preguntó por la huelga feminista del próximo 8 de marzo, y ella respondió que no compartía algunas de las reivindicaciones que hacía ese colectivo. El periodista le preguntó sobre cuáles. Y ello tuvo que reconocer que no se lo había leído, pero que creía que iba “contra el sistema capitalista”. Sagaz la chica.

Tras tumbar el Consejo de Estado el recurso de Rajoy, ha venido la sentencia del Tribunal Constitucional; Puigdemont pide ampara al Presidente del Parlament, para ser investido. El juez confirma que Junqueras no podrá acudir al Parlament; el expresidente catalán va a pedir al Supremo que le permita participar en el debate de investidura. Y así…

No es de extrañar que a la vista de tanto desorden político, institucional y neuronal, la gente se eche al monte o se amodorre en el sillón y se dedique a ver Supervivientes,  Mujeres y hombres y viceversa, Un príncipe para Laura o Mira quien salta, auténticas pócimas cargadas de veneno para el cuerpo, el cerebro y el alma.

Por cierto, en esto ocupamos también uno de los primeros puestos de la Unión Europea