obama3espacioseuropeos.com (10/2/2009)
En su primera comparecencia en la Casa Blanca, ante los medios de comunicación, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aparte de culpar a la banca de la situación actual, afirmó que «si no actuamos la crisis desembocará en una catástrofe».

Obama ha conseguido que el Senado vote la concesión de un nuevo «recate financiero», aunque con un recorte de 100.000 millones de dólares de dólares.

Esos recortes, por desgracia, han incluido 35.000 millones de dólares en educación, 5.000 millones en atención médica de trabajadores desempleados y otros 8.000 millones para la restauración de edificios federales.

La actual crisis ha dejado fuera del mercado de trabajo a unas 600.000 personas, elevando así la tasa de desempleo al 7.6 por ciento, la mayor en los últimos dieciséis años.

Obama ha manifestado que «es imperdonable e irresponsable enredarse en distracciones y demoras mientras millones de estadounidenses se están quedando sin trabajo. Es hora de que el Congreso actúe. Es hora de aprobar el Plan de Recuperación y Reinversión Económica para volver a poner en marcha nuestra economía», pero a la vez algunas lagunas «podrían eludir topes de remuneraciones en beneficiarios de rescate financiero», según denuncia Democracy Now.

Las dudas han aumentado en lo que se refiere a la «ofensiva del presidente Obama contra las remuneraciones de los ejecutivos de empresas beneficiarias del rescate financiero», según la misma fuente.

La semana pasada, el presidente estadounidense lanzó a los cuatro vientos el «tope salarial de 500.000 dólares» en los ejecutivos de las empresas beneficiarias del «rescate financiero», pero el diario «Wall Street Journal»  ha informado que las restricciones a los salarios y primas de los ejecutivos tienen varias lagunas legales que podrían invalidar su implantación.

Hay que recordar que esa rebaja en salarios y complementos se produjo tras conocerse que en el año 2008, la mayor parte de las compañías de Wall Street pagaron más de 18.000 millones de dólares en primas a esos ejecutivos.

También se ha sabido que esas compañías tratan de mantener esos salarios a través de una argucia legal, como es la de cambiar la denominación de esos puestos de trabajo para mantener o, incluso, subir sus remuneraciones.