almuerzo-en-el-palacio-real1Mi Columna
Eugenio Pordomingo (12/12/2011)
Mañana martes, los Reyes de España, junto con  los Príncipes de Asturias, ofrecerán un almuerzo a los miembros del Gobierno de España en funciones. El suntuoso y exquisito ágape tendrá lugar en el Palacio Real.

Dicen los cronistas que se encargan de dar testimonio de estos eventos, que el almuerzo en cuestión es un hábito adquirido para homenajear a los presidentes y ministros salientes cuando el gobierno cambia de siglas (PSOE o PP), según el diseño elaborado durante la transición. La francachela se inauguró cuando Felipe González perdió las elecciones generales ante  Aznar en 1996; continuó cuando éste dejó la presidencia y Rajoy no pudo mantener la antorcha del poder en  marzo de 2004.

Más lejanos quedan los almuerzos  con Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo, si bien en estas dos ocasiones lo fueron en familia, sin ministros ni ministras.

La verdad es que con la que está cayendo y la que se nos avecina, a mi se me hace muy duro ver -es un decir- a los Reyes y a los Príncipes de Asturias engullir viandas mano a mano junto con Zapatero y su equipo de gobierno. Seguro que los ministros y ministras de Zapatero aprovechará para proveerse, con cargo al erario público, de nueva indumentaria, y así aumentar  su fondo de armario, y menos mal que no está María Teresa Fernández de la Vega, que esa si que derrochaba en textiles, cueros y joyería.

Una vez más, los Reyes y la clase política se muestran ajenos ante los padecimientos y miserias del pueblo español. ¿Brindarán por los éxitos conseguido en estos ocho años?.

¿Cómo llevarán los socialistas auténticos, imaginar a su secretario general y  acompañantes, uniformados para la ocasión, de gala, deleitándose con exquisitos manjares y mejores caldos, mientras más de cinco millones de parados se las ven y se las desean para llevar calor a su hogar. ¿Se sentirán indignados el 48% de los jóvenes españoles que no encuentran trabajo desde hace años? ¿Qué sentirán millones de jubilados que han visto congeladas sus pensiones?. Y así, un largo etcétera.

 En fin, una vez más asistiremos impávidos e impasibles a la desvergüenza de ver cómo esta élite del poder se rinde homenaje  a si misma, en obscenos actos, sin tener en cuenta como su imagen se desploma ante la opinión de los españoles.

 Ya lo dijo Karl Marx, «el poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra».