Internacional
espacioseuropeos (17/6/2013)
La decisión de Estados Unidos de ayudar oficialmente –ya lleva tiempo haciéndolo- a la llamada oposición siria, y su “reciente descubrimiento” de que el gobierno de Bashar Al Assad está empleando armas químicas, ha provocado una fuerte reacción parte de Moscú.
Ayer, Vladímir Putin, presidente hizo de Rusia, se manifestó muy crítico en Londres durante la celebración de una rueda de prensa convocada tras su reunión con el primer ministro británico David Cameron. Putin criticó a los que apoyan a los insurgentes sirios que “comen las tripas de gente ante los ojos de todo el mundo”. Esas críticas del presidente ruso iban dirigidas también a David Cameron y la BBC londinense.
“No negará usted que ambas partes del conflicto sirio son responsables por el derramamiento de sangre”, contestó el presidente ruso a una periodista de la cadena británica BBC, que le había preguntado si era ético suministrar armas a un “régimen que tiene sangre de civiles en las manos”.
Putin continuó su alegato diciendo: “Dudo que haya que apoyar a gente que al asesinar a sus enemigos destripan sus cadáveres y comen sus tripas delante de todo el mundo”, en referencia al video en el que se ve a un insurgente comiéndose el intestino de un militar sirio. El video fue tomado en el mes de mayo de este año y difundido por Internet.
Por otro lado, Putin manifestó que su país no viola las leyes internacionales al suministrar armas a Siria, pues todos los envíos se producen dentro del marco del derecho internacional.
El Gobierno de España, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se ha manifestado ferviente partidario del envío de armas pesadas a los “rebeldes” sirios, en un claro apoyo a las tesis de Estados Unidos.
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