AFGANISTAN

Internacional
Pedro Godoy P.
(7 /1/2014)
Con los años y con la militancia tercermundista se desarrolla la capacidad para leer entre líneas. Consultando «El Mercurio», me informo que un joven comandante talibán, de guardia sobre una cumbre en cordillera afgana, oye el zumbido de un helicóptero. Apenas aparece escupe plomo su metralleta y el aparato se desploma. Allí viajan, rumbo a su base, treinta y tantos soldados invasores. Entre ellos los SEAL que asesinan a Bin Laden.

Yo lo sabía, pero -en su momento- no archivo la noticia. Ahora para redactar la necesitaba. Sin embargo, Internet me brinda apoyo. Encuentro la documentación. Señala, además de la indicada, otras dos variantes. Una, según fuentes de Washington el colapso de la aeronave se habría debido a cohete tierra-aire que los guerrilleros despachan desde la cercanía del aeródromo. Otra alude a causa desconocido que Washington investiga.

Osama genera controversias. Así también el movimiento que funda. No obstante, su eliminación, al menos en esa comarca del planeta, equivale acá al deceso de Hugo Chávez. También el fundamentalismo musulmán motiva polémica. Las agencias de «desinformación» usan los conceptos de «machismo» y «fanatismo» para desprestigiar a esos patriotas que defienden hoy su patria de la voracidad de Yanquiladia.

Lo cierto es que, por un motivo u otro, de los integrantes del comando SEAL que elimina al activista islámico apenas sobreviven dos. Ambos en situación deplorable. El resto han fallecido. Es lo que se ha dado en llamar la «maldición de Bin Laden«.

N. de la R.
El profesor Pedro Godoy P. es miembro del Centro de Estudios Chilenos CEDECh