Cospedal y Rajoy aguantan el chaparrón
Cospedal y Rajoy aguantan el chaparrón

España
Diego Camacho (3/2/2014)
María Dolores de Cospedal afirmaba enardecida por su entusiasmo, en la apertura del congreso del PP de Valladolid, que “¡el PP o la nada!”. Tamaño aserto denota en primer término las pobres convicciones democráticas que posee la secretaria general del partido gobernante, por su falta de consideración hacia cualquier otra opción que no sea la suya. En segundo lugar, estaba dirigido a la militancia para detener la fuga masiva de afiliados. Finalmente, era un llamamiento a la opinión pública en general en clave de caos.

La exclusividad que arroga a su partido es de una obscenidad insultante para cualquier ciudadano que no esté subvencionado. El PP no es la solución sino parte esencial de un problema que engloba a todo el poder del Estado: los partidos convertidos en maquinarias de enriquecimiento ilícito en lugar de organizaciones representativas; los sindicatos abdicando de su función laboral y social en beneficio de un saqueo de los fondos públicos y la Casa Real pastoreando el conjunto y ejerciendo de paradigma de la no ejemplaridad. Constituyen el desolador panorama que tenemos que aguantar los españoles.

Comprendo que la número 2 quiera preservar el estatus económico del que disfrutan ella y su marido, que quiera salir impune de las suculentas nóminas de Bárcenas, que pretenda exculpar al jefe de sus mentiras en el Congreso de los Diputados, que intente convencer del cumplimiento electoral en la lucha contra ETA y un largo etc. Pero que lo intente de otra manera, no haciéndonos pasar a todos por imbéciles.

La solución vendrá cuando los españoles consigamos librarnos de sus impunidades, de sus privilegios, en definitiva de ellos; de los que han convertido a España en un patio de monipodio en donde la igualdad ante la ley se ha convertido en una utopía, mientras han sentado sus reales la conductas delictivas desde el Poder y el desprecio a la soberanía nacional.

Por eso hay que saludar con alegría las nuevas iniciativas políticas que están surgiendo en todos los ámbitos ideológicos, ya que las franquicias tradicionales de derecha e izquierda, PP y PSOE, están igualmente inhabilitadas para dirigir la nueva etapa. La corrupción desarrollada en el ejercicio del poder; el vaciamiento que han hecho de la Constitución y de las instituciones reguladoras de nuestro régimen político y la carencia de democracia interna en sus organizaciones, causa de la corrupción en la que siguen inmersos. No les hace ser la solución a un problema del que son los máximos responsables.

Prefiero elegir la nada al PP. Desde la nada se puede salir adelante, lo hemos hecho en circunstancias peores. Con lo que ahora tenemos no lo veo posible, pensemos en la destitución de Pedro J. y en como el Poder no está con el propósito de la enmienda sino solo tratando de acallar la información que descubre sus abusos y corruptelas. Lo importante para este gobierno no es erradicar la corrupción sino evitar que se sepa.

N. de la R.
El autor es Coronel del Ejército y Licenciado en Ciencias  Políticas.

 


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