España
ReVoltaire (7/5/2014)
El Pleno de Congreso de los Diputados debatió ayer martes una moción de IU ( Izquierda Unida) que buscaba que el Congreso instara al Gobierno a «mostrar el rechazo al proyecto de acuerdo» de libre comercio con EEUU y considerase «que, en todo caso, cualquier propuesta de acuerdo comercial entre la UE y EEUU debe ser sometido en todos los Estados miembros de la UE a referéndum antes de su ratificación».
La iniciativa ha contado con el rechazo de la mayoría de los grupos del Congreso después de que IU se negara a pactar una redacción alternativa con el PSOE y con UPyD.
Los socialistas se han mostrado a favor, en principio, del futuro tratado, aunque han marcado una serie de «líneas rojas», como evitar el “dumping social” en línea con la posición que el Partido Socialista Europeo defenderá en la Eurocámara, que tendrá que pronunciarse sobre el tratado y la falta de transparencia e información sobre su negociación y contenidos.
¿Eso no les importa? Y tampoco les importan las graves consecuencias para la soberanía nacional al limitarla y ponerla a los pies de las grandes multinacionales con el sistema de resolución de conflictos que equipara en pie de igualdad al estado español ante cualquier multinacional y se abandona la jurisdicción judicial para someter los conflictos a unos “árbitros imparciales”.
Y , menos aún les importa, la rebaja de estándares de protección en alimentación, sanidad, medio ambiente, protección de derechos sociales, económicos, sindicales, etc.
¿Todo eso no es importante nada más que para IU? Y eso de la redacción alternativa, con la que nos salen ahora PSOE y UPYD ante la propuesta de rechazo y de someter a referéndum nacional, como proponía IU. ¿A qué esperan? ¿A que se apruebe lo que se está negociando en secreto y a espaldas de los intereses ciudadanos?
UPyD ha coincidido con IU en que la negociación sobre este importante acuerdo tendría que ser «más transparente». Pero en cambio, UPyD está radicalmente en contra de la creencia de IU de que el acuerdo no beneficiará a España.
IU, como ha explicado el diputado José Luis Centella, está en contra del tratado tal y como se está negociando en la actualidad. Teme que se traduzca en una invasión de empresas norteamericanas en España, «devorando» a pymes, y en un deterioro de las condiciones laborales en Europa, entre otras cuestiones.
El Gobierno, en cambio, cree que el tratado, de concluirse, impulsará la economía europea, que vería incrementadas sus exportaciones a EEUU por encima del 25%.
Tampoco IU ha encontrado el apoyo de CiU, que considera el Tratado una de las mejores propuestas planteadas por el presidente norteamericano, Barack Obama.
En un tema tan crucial como este del TTIP, donde están en juego la vida , la salud, el bienestar económico y social de los españoles y el respeto a los mínimas normas de la democracia, queda claro quienes defienden los intereses de la nación y quienes los de grandes multinacionales y poderes financieros.
Esto nos hace recordar aquel “OTAN de entrada NO”, pero después de las elecciones y de la toma del poder hicieron lo contrario de lo prometido a los electores.
Vemos de nuevo quienes defienden los intereses nacionales y quienes defienden los foráneos.