Dibujo de Proceso Educativo.
Dibujo de Proceso Educativo.

Rincón del Lector
Fernando Martínez Pinés (7/12/2014)
La coyuntura económica actual hace tiempo que cegó nuestro horizonte, enlutando a la sociedad española con sus negras perspectivas.  Desde las instituciones nacionales ya no se piensa en una realidad libre de la economía de mercado, conquistados como están, por sus medidas cortoplacistas. Así, todo nuestro sistema queda reducido a un escueto no,  que se fragmenta de  miedo e  ilusiones vanas ante las preguntas del ciudadano. Por ello, es necesario que no nos dejemos llevar por la hostilidad del momento y revaloricemos, aunque sea al calor de nuestros hogares, los valores y principios que cimientan nuestra democracia. Sé bien, como joven español, lo difícil que es confiar de nuevo, pero me niego a que perdamos lo mejor que poseemos. 

Esta causa me ha llevado a reflexionar sobre  una serie de aspectos del marco educativo que, libres del sectarismo y la ambivalencia política que los ha caracterizado, permitan configurar una realidad más esperanzadora. No sé si algún día se llevaran a cabo pero estaría contento con que alguien las considerara.

Me quiero centrar en el ámbito de la prevención.  Casi toda la política social debería articularse alrededor de este objetivo, no solo por su capacidad  para reducir el gasto a largo plazo sino también por su poder netamente preventivo. Debemos entender que la prevención tiene siempre valor en sí misma, para no recortarla según nos convenga. Con frecuencia solemos relacionar este término con el mundo sanitario y nos olvidamos de la importancia que tiene a la hora de entender el encuadre educativo. La mayoría de los problemas educativos que afectarán a los niños lo largo de su vida escolar, se podrían paliar desde las aulas con una política que mejore aspectos tan importantes como la atención, el autocontrol emocional y la asertividad.   La implantación de un sistema que permita el aprendizaje de diversas técnicas de relajación y maduración emocional constituiría un paso importante en este sentido. Con ello, la escuela lograría alcanzar un papel más destacado en los cambios de su época.

Si bien la prevención es básica, no debemos olvidar la importancia del entramado familiar en la adquisición de un aprendizaje más significativo. La familia, como elemento crucial en la vida del niño, debe hacerse presente en todo el proceso educativo. Reivindicar su papel permitirá a padres y profesores elaborar enfoques con más entidad, en los que no cuente solo la participación activa del docente. A pesar de todo, si no se logra una mayor implicación del menor, el proceso será más costoso. Si queremos que el niño valore la importancia de la educación es necesario demandar un mayor respeto social y político hacia los profesionales, tan denostados en los últimos tiempos, agentes clave en estos cambios. Amar la escuela y quienes la conforman. Prender un rayo de esperanza en el lacerante mutismo que nos acompaña.

Fernando Martínez Pinés
Madrid (España)
Estudiante de 2º curso de Psicología en la Universidad CEU-San Pablo.