Eugenio Pordomingo

Guinea Ecuatorial/España
Espacios Europeos (19/1/2016)
Lamentablemente la entrevista que hizo Jesús Miguel Aranaz Soria, estudiante de tercer curso de Filosofía y  Periodismo de la Universidad de Navarra, a Eugenio Pordomingo, director de este digital, no vio la luz en el medio al que, en principio, iba destinada, CLAVE MUNDIAL, ya que los responsables de la redacción de ese medio no lo vieron oportuno.

Con permiso de su autor, nosotros la publicamos:

Sobre la democracia:
P- Desde el punto de vista sociológico, ¿cuáles son los problemas por los que atraviesa la sociedad guineana? ¿Qué parte de culpa tiene España?
R- Los problemas de la sociedad guineana –yo diría población- son como en muchos otros países, el estar gobernados por sátrapas, dictadores que practican el terrorismo de Estado y la corrupción sistémica e impune y donde la inseguridad jurídica campea a sus anchas.

P- Ha sido en varias ocasiones motivo de debate, eventos como el partido de fútbol Guinea Ecuatorial contra España en Malabo, la intervención de Teodoro Obiang en el Instituto Cervantes, o su invitación al funeral de Adolfo Suárez. Sin embargo, no es polémico cuando un dirigente chino participa en un acto diplomático en España u otro país europeo. ¿A qué se debe?
R- Hombre, es fácil discernirlo. ¿Por qué mencionar sólo a China? ¿Por qué no mencionar también a India, Arabia Saudí, Israel, etc., etc.? Se le olvidó mencionar el Premio Unesco que financió Obiang Nguema.

P-Obiang lleva 37 años en el poder.  No puedo dejar de lado la analogía con la España de la dictadura. Salvando que no teníamos petróleo, y que estábamos bloqueados internacionalmente.
R-Sinceramente, la comparación se me hace híspida.

P- Sin embargo, sí que es cierto que en Guinea no sólo hay estructuras semejantes a las de un país occidental, sino que, además, hay elecciones. Las últimas, el pasado abril de este año (2016).  Y salió 99 diputados para el Partido Democrático de Obiang y uno para la coalición de la oposición. ¿Por qué lo digo? La cadena pública dio voz a todos los partidos, también a los de la oposición y a los exiliados, por ejemplo a Buenaventura Monsuy. ¿Por qué salió Obiang? ¿Hay uno deliberado uso del poder con el objetivo de manipular mentalmente a los guineanos?
R-Vuelvo a decir que “llevar” la democracia liberal a ciertos países o zonas, se ha demostrado un fracaso total. Además, yo no creo que haya democracia por el hecho de votar –depositar una papeleta-  cada cuatro o siete años. En Guinea Ecuatorial, como en otros muchos países, no hay división de poderes. El poder dimana de un dictador. Con lo cual entrar a valorar el nivel de democracia se hace imposible.

La mayoría de los partidos políticos opositores están prohibidos o ni se presentan a las elecciones. Solo el PDGE (partido oficial) y el CPDS (ligado al PSOE) tienen parlamentarios. El CPDS, uno; el resto de la Cámara de Representantes del Pueblo son del PDGE.
No hay libertad de prensa, ni radios ni Televisiones ni periódicos privadas. Y el acceso a internet está muy controlado como las comunicaciones telefónicas.

Los resultados electorales obtenidos por la dictadura han sido cuestionados y denunciados de forma persistente por la oposición y algunas ONG, pero a nadie le ha interesado ni averiguarlo ni tratar de cambiar esa situación.

A Guinea Ecuatorial, se le permite casi todo, y pienso que se debe a que España, como antigua potencia administradora lo permite. Si España quisiera, la democracia entraría en Guinea Ecuatorial como un rayo, pero sin dañar.

El protocolario apretón de manos en Moncloa se ha convertido en un efusivo abrazo en malabo

P- Cuando se le ha preguntado a Obiang por si Guinea es una democracia o es una dictadura, nunca ha dicho, abiertamente, que sea una democracia. Es más, declaró en Russia Today TV que se sentía alagado de que le llamaran dictador, ya que dictador, etimológicamente, es el que dicta las normas.
R- Aunque no tiene importancia, creo que no fue en ese medio donde primero declaró eso, pues lo hizo mucho antes.  Es, yo creo, simplemente, una salida que pensó que podía quedarle bien, pero nada más.

P- El año pasado (2015), se celebró una Asamblea para la Transición Democrática, organizada por el Presidente de la República. Dos preguntas: Obiang, de una manera u otra, ¿está poco a poco virando hacia una democracia, llamémosla, occidental, aunque, ya bien sea, por consecuencia de una apertura económica del país? Y segunda, ¿cree que es posible esta Transición a medio plazo? Porque Obiang tiene 74 años, no es eterno, o sus hijos tomarán el relevo. Son ministros algunos de ellos, o lo han sido.
R- En primer lugar no fue una Asamblea, sino una Mesa de Diálogo  Nacional –cero que así la llamaron-, a la que acudieron algunos con no se sabe qué intenciones. Ese acto –sin ninguna consecuencia formal- fue, simplemente, para tratar de acallar ciertas presiones exteriores, nada más. Con leer la prensa internacional y la página web del gobierno guineano, se sabe que su primogénito, Teodoro Nguema Obiang (Teodorín) es el designado por su padre para sucederle. Por cierto, ese hijo fue condenado, o acusado, en USA y Suiza, por “bienes mal adquiridos” con los que invirtió en adquirir propiedades inmobiliarias, cuadros de pintores famosos, vehículos de alta gama, etc. Y en Francia se sigue un proceso por el mismo supuesto delito.

P- La cuestión del poder, de quién y cómo lo ejerce es clave.  Y, sobre todo, cuando hay intereses económicos por medio. ¿Piensa que los países occidentales, como se ha dicho muchas veces, ponen y quitan gobiernos? ¿Necesitamos de alguna manera a Obianes, Gadafis, para mantener nuestros estados? Lo digo porque no sé si somos los países democráticos conscientes de que somos clara minoría con respecto a los que no lo son y parece, ahora, que no debemos mantener contacto ni político, ni económico, ni comercial.
R- Un vistazo a la historia del mundo, sobre todo la más cercana, nos confirma que eso es así, me refiero a lo de quitar y poner gobiernos. ¿No es más fácil conseguir materias primas a precios bajos si hay dictadores en el poder? ¿No es más fácil utilizar un país como vertedero de materias radioactivas si hay dictadores en el poder?

P- ¿No le parece curioso que los países que tienen petróleo, salvando a Estados Unidos y algún otro país, son autoritarismos o totalitarismo? ¿Por qué?
R- No, lo que pasa es que nos informan más de esos países que tienen gas y/o petróleo.

P- Los últimos dirigentes de España, Rodríguez Zapatero, los ex ministros José Bono y Miguel Ángel Moratinos, también Aznar y Rajoy, se han reunido con él, con el debate pertinente en España, sobre estos encuentros. ¿Es Guinea con Obiang, un “mal” que necesitamos? ¿España ayuda a Obiang o a Guinea? ¿Y con la Iglesia Católica?
R- Es lógico que los políticos de uno u otros países se reúnen y lleguen a acuerdos. Eso es la política. Otra cosa, es que cuando dejan “el cargo político” cojan el de “lobista”.

Por supuesto que España algo debe recibir a cambio por apoyar a Guinea, bueno más que al país, al dictador. Le ayuda a nivel mediático. Obiang siempre ha querido venir a España a entrevistarse con el Rey o el Presidente del Gobierno de turno. Una foto de esos encuentros es para él fundamental, le ayuda a mantenerse en el Poder.

Sobre la Iglesia Católica, decir que no entiendo como Obiang tiene tan fácil ser recibido por el Papa, el de ahora y los anteriores.

P- Guinea es un país mayoritariamente católico. Y el Presidente Obiang contribuye económicamente con la Iglesia y sus infraestructuras. Usted ha sido crítico al respecto.
R- Mejor que preguntarme a mí, sería hacerlo con los feligreses y ciudadanos de Guinea Ecuatorial.

P- ¿Qué papel juega la Iglesia Católica en Guinea? ¿Y por qué Obiang favorece su papel?
R- No soy un experto en esos asuntos. Pero la historia nos muestra que las colonizaciones españolas iban parejas la cruz y la espada. Actualmente, en Guinea Ecuatorial, yo distinguiría dos  Iglesias, la Santa Sede y los Obispos a los que Obiang Nguema acepta; y las misiones y la labor de formación a todos los niveles que ejercen o han ejercido ciertas congregaciones.

P- Relación Económica y Educativa: ¿Qué significa actualmente España para Guinea Ecuatorial? Y, ¿para un ciudadano? Y, ¿Guinea para España?
R- No entiendo muy bien la pregunta. Pero trataré de aclararlo. Una gran mayoría de españoles, sobre todo los más jóvenes no saben –no se han preocupado de enseñárselo- que Guinea Ecuatorial fue colonia española, pero también provincia. Y que, lamentablemente, somos muy responsables de todo lo que ha ocurrido en ese país, al menos hasta cierto tiempo.

Y para los guineanos, creo que tienen el sentimiento que les hemos abandonado. Los más jóvenes, aunque siguen ligados por muchos lazos a España –sobre todo por sus mayores-, se acercan a la francofonía que les rodea.

Moratinos y Obiang se abrazan

P- España y Guinea han tenido una relación, permítame que lo diga, mucho más estrecha que con otras colonias. Guinea ha sido la única colonia que pasó a ser una provincia de España y, los guineanos ciudadanos españoles.
R- No, no. Guinea Ecuatorial no fue la única provincia que tuvo ese estatus siendo colonia. No hay que el olvidar el Sáhara Occidental, ahora ocupado militarmente por Marruecos gracias a los ilegales Acuerdos de Madrid, firmados hace, creo que 41 años, por los que se cedía ese territorio a Marruecos y Mauritania. Parte del Sáhara permanece en poder del pueblo saharaui. España, según la ONU, sigue siendo la potencia Administradora del Sáhara Occidental, pero la situación es que España permite, tolera y diría que colabora para que Marruecos permanezca allí.

P- Es curioso que el español sea la lengua oficial de Guinea, el único país africano en que lo es. ¿De qué manera afecta este hecho a las relaciones con el resto de países africanos, como por ejemplo Camerún o Gabón?
R- No, tampoco es cierto eso. Los saharauis hablan también español. Es más, en los campamentos de refugiados de Tinduf, piden, y de forma reiterada, al Gobierno de España –desde siempre-, que les manden libros en español. La espera, suele ser angustiosa, pues los envíos son mínimos.

El que en Guinea se hable español no afecta para nada a las relaciones con Gabón o Camerún,  pienso yo. En esos países se habla el francés y las lenguas autóctonas.

P- Y, ¿con España?
R- (No entiendo la interrogante. No sé si  se refiere a Guinea o a los otros países. E cualquier caso, es lógico que afecte más a Guinea).

P- En los últimos años, algunas empresas españolas han invertido y se están desarrollando en Guinea, sobre todo Pymes, como Supermercados Martínez y Hermanos. Pero también multinacionales como Mapfre. Sin duda, Guinea Ecuatorial se está abriendo al mundo.
R- Han invertido en los últimos años y en los primeros. Sobre esa empresa y otras, que llevan años allí, prefiero no opinar.
Guinea no es que se abra o se cierre, es la economía, el negocio. Y si el país tiene dinero por el petróleo pues allí acuden empresas, profesionales y demás que desean trabajar, comprar y vender, pero producir pocos, muy pocos, son los que lo hacen. A Guinea Ecuatorial han ido hasta Julio Iglesias a cantar.

P- Por otro lado, Guinea Ecuatorial no solo recibe inversiones españolas, tanto públicas como privadas, sino que invierte en España. ¿Cuáles son las materias de España que más interesan a Guinea Ecuatorial,  alimentación, formación?  ¿Hay destrucción de la agricultura en Guinea Ecuatorial?
R- Desconozco con exactitud en qué invierte España en Guinea Ecuatorial, en todo caso subvenciona o regala dinero a través de la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional), de Exteriores y quizás de alguna institución más. Recuerdo que cuando Rodrigo Rato era Vicepresidente y Ministro de Economía, le condonó a Guinea 15.000 millones de pesetas de deuda.
Pregunta por “destrucción de la agricultura”, y no sé a qué se refiere, pero intuyo por donde puede ir. En Guinea Ecuatorial, prácticamente no hay agricultura, la mayoría de los productos agrícolas llegan de Camerún y de otros países vecinos.

P- El tema energético es un problema que España sufre desde hace mucho tiempo. ¿De qué manera invierte España en Guinea, al respecto? Si no me equivoco el mayor peso económico en Guinea, en este sentido, lo encabeza China.
R- La mayoría de las grandes empresas, por no decir TODAS, son estadounidenses, me refiero a las de petróleo y gas. Esas multinacionales se dedican a la explotación y extracción de los recursos energéticos, pero se lo llevan y punto. China, es cierto, puede ser el país que más obra pública realiza  en Guinea. Los chinos ya operaron en la época de Francisco Macías.

P- ¿Qué podemos esperar de la relación bilateral económica y comercial? ¿Cuáles son los proyectos que se tendrían que abrir en la cooperación bilateral?
R- No soy economista, y no le puedo decir. Pero, el cultivo del cacao y el café podrían volver a generar cierto nivel de riqueza. También la ganadería y agricultura en general. Y, por qué no, la instalación de fábricas relacionadas con el sector de la alimentación envasada, de textiles y de muchas otras cosas. El mercado de la zona es muy grande.

P- China Road and Bridge Corporations y otras empresas extranjeras asentadas en Guinea contratan cualificación española. En Guinea se apoya la relación educativa con España, a través de acuerdos con el Instituto Cervantes o los Centros Culturales tanto de Malabo como de Bata, la Universidad Complutense, la Universidad de Alicante o Salamanca y la UNED. ¿Qué avances se están haciendo, en este sentido y cómo afectan sociológicamente en la sociedad guineana? ¿Tiene algún efecto en España?
R- No veo la relación entre empresas chinas contraten a españoles y los lazos, o posibles lazos, entre esas contrataciones y el que exista conexión con determinadas instituciones culturales españolas.
Aparte de esto, le diré que España debería romper lazos con la actual Guinea, y no me refiero a la población, sino a que mientras permanezca la dictadura, será siempre una relación problemática y siempre beneficiosa para el dictador.

P- ¿Qué más puede esperar Guinea de la relación educativa con España? ¿Cuáles son los proyectos que se están preparando de cara al futuro?
R- ¿Esperar? ¿Quién? La dictadura o la población. Desconozco que se puede esperar. Posiblemente, como España no ha querido explotar los ricos yacimientos de petróleo y gas, los que se benefician de esa postura, querrán que todo siga igual.

P- Continuando con el tema educativo. Guinea Ecuatorial, en mi opinión, es un pequeño gran desconocido para los españoles. ¿Lo comparte? ¿Por qué puede ser?
R- Ya le he comentado anteriormente cual es la situación, debida a que no se ha querido informar a la opinión pública española y menos que los estudiantes españoles la conozcan.

P- He consultado foros y me han compartido distintas experiencias de periodistas y otros trabajadores sobre su estancia en Guinea. La verdad es que todos me hablan muy bien. Me comentan que es relativamente fácil entrar a través de una empresa que esté asentada en el país. Pero que resulta difícil conseguir el visado cuando el motivo no es que una empresa te ha contratado o tienes algún lazo con alguien del país. ¿Esto es así?
R- Hay una enorme contradicción en lo que me dice, si me permite. Si por un lado es difícil conseguir un visado, cómo se puede hablar bien de la Administración del país. Vamos a ver, la gente es sumamente amable y hospitalaria, pero no entiendo qué prensa y con quién ha hablado usted, pues cada dos por tres hay en los medios de comunicación noticias acerca que a periodistas nos les han permitido seguir un evento deportivo o político, y además estás los expolios a profesionales y empresarios, españoles italianos, guineanos… Y los que se silencian.

P- Si yo, ciudadano español, quisiera ir a Guinea Ecuatorial. ¿Qué debería hacer? ¿Es un proceso burocrático largo y complicado? ¿La posibilidad de entrar es solamente a través de una oferta de trabajo publicada fuera de Guinea o siendo un inversor?
R- Pues no sé cuál es ahora, lo que sí le puedo decir es que debería ser la de todos los países en las que se exija visado, que es, simplemente, solicitarlo en la embajada o consulado. Y a esperar el resultado que, lógicamente, debe ser el de “pase usted…”.

Compañía de Productos Tropicales S. A.

Testimonio
P- Empresario, Compañía de Productos Tropicales S. A. (CPT). ¿Cómo se juagó la idea de emprender en Guinea?

El hombre, como creo recordar dejó escrito San Ignacio de Loyola, es destino y libre albedrio. Yo trabajé durante muchos años en una multinacional donde tuve ocupaciones relacionadas con la Organización del Trabajo y Recursos Humanos, además de escribir en medios de comunicación, pero nunca he sido empresario. Sin embargo, casualidades de la vida, como le he dicho, aterricé en Guinea Ecuatorial, y allí me volqué durante un tiempo. Si me permite, espere a que salga el libro que estoy finalizando donde podrá conocer a fondo lo que allí aconteció a la empresa Compañía de Productos Tropicales S. A. (CPT).

P- Justicia. Más empresarios denunciaron la inseguridad jurídica en Guinea
Bueno, la inseguridad jurídica es noria en Guinea Ecuatorial, y de eso doy fe. No han sido ni una ni dos ni tres, los empresarios y profesionales que han sido literalmente expoliados en la ex colonia española. Sobre todo, por razones obvias, los españoles. Y digo obvias, en primer lugar, porque Guinea Ecuatorial ha sido colonia y después provincia española –algo que se desconoce-; y segundo porque todos –y digo todos- los gobiernos españoles han hecho caso omiso de las denuncias por las tropelías que han sufrido durante su ejercicio profesional en ese país. Lo mismo aconteció con los antiguos colonos. A esos les prometieron y prometieron, pero nunca les han resarcido de sus pérdidas.

Lo curioso es que las denuncias que se ponen en la Unión Europea sobre el expolio padecido en Guinea tienen similar respuesta a las que dan los gobiernos españoles. Con una salvedad, aquí muchas veces las respuestas no se producen –ni en un sentido ni en otro- y en la UE sí, aunque son de varios folios, mucho citar artículo y decretos, pero nada más 

P- ¿Extorsiones sufridas…?
R- En unas líneas es difícil explicarlo y menos si no se ve y padece en las propias carnes. Aquello es –y más hace unos años- el nido de las “moscas cojoneras”, si me permite ser un tanto escatológico. Le hablo de 1999, por centrarnos.

Sales de casa o de la oficina, y te salen miembros de la policía o de la Seguridad a pedirte los “papeles”, revisan el coche, la carga; en los controles entre poblados se producen registros que comienzan medianamente profesionales, pasan a darte el “sablazo” y después la situación puede terminar, en el mejor de los casos, en comisaría o el cuartel con una sanción. Las inspecciones, las extorsiones y demás “ones” eran –al menos lo que yo conocí y que muchos han denunciado a los medios de comunicación occidentales- algo habitual. Si la empresa era de un nivel alto, el “cargo” que presionaba era también alto. A otros niveles intervienen ministros, familiares de Obiang o él mismo.

Los bajísimo sueldos, al menos de la etapa a la que yo me refiero, en el funcionariado puede que fueran una de las primeras causas de esas “presiones” y “atropellos”; pero como digo, a otros niveles el asunto no se produce en la calle.

Muchos empresarios  han pasado por la cárcel, donde han padecido lo suyo, incluso han sido torturados. Y alguno ha muerto. La prensa, en estos casos, se ha hecho eco, pero ha durado menos que un caramelo a la puerta de un colegio, como se suele decir.

P-Robos de equipos y material, todavía no devueltos. ¿Sigues luchando por recuperar lo que te expoliaron?
R- Le dejo un documento donde se relata, a grandes rasgos lo sucedido. En Guinea, lo denuncié en el Juzgado, al ministro de turno, al Delegado del Gobierno de Bata (zona continental), aún sabiendo que ningún blanco consigue nada de las instituciones guineanas. Y en España, yo creo que no ha quedado institución sin que conociera del caso. TODOS los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados (julio de 2003) recibieron un detallado escrito y documentos de lo acaecido, pero NINGUNO contestó ni tan siquiera con el preceptivo “recibí”. Por supuesto, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha recibido muchos escritos y documentos de denuncias, pero sin resultado; y también la Embajada de España en Malabo. Por supuesto, los presidentes Aznar, Zapatero y Rajoy.

Al Rey Juan Carlos I le mandé un voluminoso dossier, pero ya se sabe, la Casa Real lo reenvía al ministerio que estima le corresponde y punto. La Comisión de Peticiones del Senado también, pero desestimó en dos renglones la denuncia.

El Defensor del Pueblo y más instituciones recibieron nuestra denuncia, pero o no contestaron y los que lo hicieron, no se podía saber a qué se referían.

Cómo nos van a devolver nada, si ni tan siquiera contestan a las denuncias.

P- La fundación de la compañía CPT fue al mismo tiempo que Guinea empezó a producir barriles de petróleo. ¿Cómo te afectó?
R- No creo que una cosa tenga que ver con la otra. De hecho, hace poco ha comparecido en Francia un empresario italiano denunciando su estancia en la cárcel por orden de Obiang, por rebelarse a ser robado.

 P- El cónsul general de Bata, Julio Díaz, te indicó que «se nos dice sistemáticamente que este Consulado no tiene competencias en este tipo de litigios”. Declaraste que el Ministerio de Exteriores  de España tardó tres años en contestarte. ¿Qué te dijo? A día de hoy, ¿has recuperado algo de lo que te expoliaron?  ¿Cuánto perdiste?
R- La respuesta es NO, nos han devuelto nada, ni nos han pedido disculpas ni nada. Sinceramente ya tengo pocas esperanzas de que se produzca un cambio de actitud mientras gobierne Obiang Nguema.

Mire, en el 20 de noviembre de 2015 me dirigí a la Embajadora de Guinea Ecuatorial en Madrid, Purificación Angué, adjuntándole un documento del Presidente de la Cámara de Representantes del Pueblo de Guinea Ecuatorial, dirigida al embajador de España en Malabo, en la que se compromete que a la mayor brevedad, el Consejo el Poder Judicial de GE estudiará mi denuncia.

Ni, que yo sepa investigaron ni tampoco contestaron. Yo me dirigí, reclamando esa contestación a GE y en España, al Presidente Mariano Rajoy, y a la Embajada de España en GE. Contestaciones que ni aclaran nada, n dicen nada concreto, incluso hay párrafos que son una auténtica mentira, quizás debido a desconocimiento, a falta de ganas en contestar o por desidia administrativa.