De izquierda a derecha, Bienvenido Ndong Ondo, Rubén Clemente Nguema Engonga y Martín Obiang Ondo Mbasogo (Foto de archivo),

Guinea Ecuatorial
Espacios Europeos
(1/1/2019)
El último informe de Perspectivas de la Economía Mundial, editado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), estima que, a escala global, se espera una expansión económica de un 3,7% para el año 2019. No obstante, un reducido grupo de países, entre los que se encuentra Guinea Ecuatorial, tendrán un crecimiento negativo. Eso países son Barbados (-0,1%), Nicaragua (-1%)0, Puerto Rico (-1,15%), Sudán (-1,9%), Irán (-3,61%), Sudán del Sur (-4,61%),  Venezuela (-5%) y Argentina (1,62%).

Es habitual entre los economistas atribuir a la caída de los precios del petróleo un estancamiento en la economía de Guinea Ecuatorial, pero no es del todo cierto. Otros factores, aparte de la caída del precio del petróleo, son los que inciden más en la actual crisiseconómica por la que atraviesa el país africano.

Entre esos factores, destacan tres: la inseguridad jurídica que reina en Guinea Ecuatorial, la sistémica e impune corrupción y la inestabilidad política.

Con la idea de conseguir un “acercamiento” al FMI y Banco Mundial, el gobierno de Teodoro Obiang Nguema trata de mejorar su imagen exterior, pero los continuos affaires con la Justicia de sus dos hijos, Teodoro Nguema Obiang (Teodorín) y Gabriel Mbega Obiang Lima, y sus enfrentamientos por la sucesión en la presidencia del país, no contribuyen en nada a la mejora de su desvalida imagen. Si a eso añadimos, los numerosos casos de detenciones arbitrarias, desaparición de opositores, torturas a presos y, en no pocos casos, de muertes, la complejidad por obtener un visto bueno a su “democrático” gobierno se hace cada día más complicada.

0A Obiang Nguema se le hace necesario obtener préstamos del FMI y BM o bien conseguir inversiones externas. Pero, como decimos, Guinea Ecuatorial no cumple las condiciones y requisitos exigidos para obtener esos créditos.

Al descrédito del gobierno guineano ha contribuido aún más, la irrupción de nuevos grupos sociales, partidos políticos y asociaciones, como las llamadas “audistas”, “las barrenderas”, CORED y en especial el MLGE III R (Movimiento para la Liberación de Guinea Ecuatorial III República.

El MLGE III R, está integrado por jóvenes profesionales (en su mayoría abogados) que en muchos casos ocuparon puestos importantes en la Magistratura de Guinea Ecuatorial y Ejército,  y que hastiados de la deriva del régimen se confabularon para acabar “desde dentro” con la dictadura guineana.

En una operación sin precedentes, la dictadura guineana detuvo a más de cincuenta presuntos “terroristas” –según denominación que da el régimen a todo aquel que protesta-, cuyo paradero es desconocido. Otros lograron salir del país y refugiarse en Europa.

Con la idea de descalificar ese movimiento, el partido político de Obiang Nguema, el PDGE, decretó la expulsión de 42 miembros de la magistratura. Pero resulta que ninguno de ellos estaba afiliado a ese partido. Hasta el presente, se desconoce –como decimos- su paradero, aunque se supone que están confinados en cárceles o establecimientos de la policía y seguridad.

Las descalificaciones contra ese movimiento no han cesado por parte del gobierno de Obiang Nguema y, lamentablemente, por algún partido político opositor.

No hay duda que algunos de los dirigentes del MLGE III R –o la mayoría- podrían tener un futuro prometedor al amparo del régimen dictatorial, pero su conciencia y honestidad les impedía permanecer impasibles ante los desmanes de Obiang Nguema, su familia y acólitos.


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