Mi Columna
Eugenio Pordomingo (16/2/2020)
La perseverancia, insistencia o como la queramos llamar, suele hacer mella. “El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura”, escribió don Miguel de Unamuno. Y es cierto, no vamos a desmentir a don Miguel. Desde hace tiempo, un amigo, argentino, médico psiquiatra –a mí, al menos de momento, no me atiende- que anda de acá para allá, entre Madrid y Galicia, me viene hablando de Vecinos por Torrelodones y de su propuesta de “otra forma de hacer política es posible”. Pero uno, que ha visto lo suyo, se siente un tanto alejado, no de la polis, ¡qué va!, pero sí de la partitocracia y de las promesas incumplidas. Y también de los engaños, de la lucha por el poder, del ansia por pillar cargos y prebendas, de la corrupción y de la impunidad con que deambula por nuestros lares. Como digo, que me cuesta –como a muchísimos españoles y europeos- y no me atrae ni me motiva lo de militar en unas siglas y aferrarme al dogma. Muchos estamos como Diógenes, con el candil en la mano, a la búsqueda de algo más.
Pero la perseverancia, que si hoy un correo electrónico, que si mañana una conversación, que si al otro unas fotocopias… en fin, que me puse a leer sobre el tema que mi amigo me ofrecía. Hay algo que no le conté a mi amigo –por cierto se llama Ricardo Ruiz– es que allá por abril de 2012, escribí un modesto texto que titulé Un ejemplo de gestión, transparencia y saneamiento de las finanzas municipales en el que, entre otras cosas, dije lo siguiente: “Estoy convencido que a más de uno al leer este titular le han temblado las canillas y castañeteado los dientes. Pero, tranquilos, de momento no voy a dar nombres ni citar municipios donde la gestión es manifiestamente mejorable. Hoy voy a generalizar y, sobre todo, a mencionar un caso -el del municipio de Torrelodones- que me ha llamado poderosamente la atención”.
Vecinos por Torrelodones surge en 2007con “un objetivo muy preciso: ofrecer a todos los vecinos de Torrelodones, votantes de cualquier partido en las elecciones autonómicas y nacionales, una alternativa seria de gestión municipal basada en el conocimiento directo de los problemas del municipio para buscar soluciones eficaces utilizando los recursos disponibles de manera eficiente”. Ofrecían otra forma de hacer política, que no es poco.
“Tras un paréntesis temporal entre el final de la pasada legislatura y el principio de esta vuelve el blog de Vecinos por Torrelodones. Este es un foro donde expresar nuestras opiniones y pareceres sobre lo que acontece en nuestro pueblo o para reflexionar sobre determinadas cuestiones de interés general siempre sobre la máxima de que otra forma de hacer política es posible”. Así vuelven a reanudar el hilo conductor con sus seguidores.
Y lo explicaban así: “Por imperativo de uno de nuestros compromisos (no permanecer en el cargo más de ocho años) la mayor parte de los concejales de VxT que gobernaron durante las dos anteriores legislaturas dieron paso en mayo del pasado año a un equipo nuevo, que tras una corta fase de rodaje ya se encuentra a pleno rendimiento. Son caras nuevas que mantienen el mismo espíritu, la misma filosofía, las mismas inquietudes y las mismas ganas de trabajar por Torrelodones”.
Vecinos por Torrelodones (VxT) “no responde a una determinada ideología. Somos -afirman- un grupo de personas muy diversas que coinciden en un interés: Torrelodones. Estas personas estamos unidas por unos objetivos comunes centrados en la vida municipal y con unas coordenadas claras de lo que somos, de lo que creemos y de lo que queremos”.
VxT está por la labor de “romper esa dinámica de los partidos tradicionales que se ha traducido en un progresivo alejamiento de la ciudadanía y que ha situado a nuestra clase política en el segundo puesto del ranking de los problemas que más preocupan al conjunto de la población”.
Me agrada escuchar –leer en este caso- que los ciudadanos no deben resignarse al mero rol de comparsas, de “meros votantes a los que se manipula sin pudor”.
El Decálogo de Vecinos por Torrelodones, co el que quieren lanzarse a más aventuras, es este:
1.- Promover la tranquilidad, el sosiego, la afabilidad y el aire limpio frente al estrés, las prisas, la agresividad y la contaminación.
2.- Aplicar la máxima eficiencia en el uso de los fondos públicos, que no son propiedad de los políticos sino de los ciudadanos.
3.- Huir de pensamientos únicos, de dogmas, de ideas preconcebidas y de disciplinas de partido que vengan de arriba o del más allá.
4.- Perseguir la sostenibilidad ambiental y la equidad social.
5.- Ajustar el desarrollo a los límites físicos y biológicos del municipio, con la única finalidad de mejorar su calidad de vida y de ocupación.
6.- Aplicar una política distinta a la ofrecida por los partidos tradicionales, con unas prioridades y una escala de valores diferente.
7.- No resignarnos a que los vecinos desempeñen el papel de meros consumidores reivindicando su condición de ciudadanos. La pasividad política no es una buena opción para mejorar las cosas.
8.- Tolerancia cero a la corrupción y las corruptelas, promoviendo la máxima transparencia en las actuaciones públicas.
9.- Huir de mensajes simplistas del tipo “conmigo o contra mí” buscando puntos de encuentro con el resto de los partidos y grupos sociales.
10.- Fomentar el pensamiento crítico y reconocer en la discrepancia una fuente de enriquecimiento.
Esa música suena bien. Habrá que estar atentos. A todas las semillas, ideas o propuestas emergentes, hay que prestarles atención, mimo y cuidados. Estaremos pendientes. No nos defraudéis.
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