Mi Columnaalcalde
Eugenio Pordomingo (28/4/2012)
Estoy convencido que a más de uno al leer este titular le han temblado las canillas y castañeteado los dientes. Pero, tranquilos, de momento no voy a dar nombres ni citar  municipios donde la gestión es manifiestamente mejorable.  Hoy voy a generalizar y, sobre todo, a mencionar un caso -el del municipio de Torrelodones- que me ha llamado poderosamente la atención.

No es ningún secreto para nadie  que la situación económica de España es mala, muy mala. Y no se va a arreglar echándole la culpa a Mariano Rajoy que lleva poco más de cien días con las riendas del carro, a pesar del empeño que pone Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano (los dos máximos jerifaltes del PSOE); como tampoco se arreglará nada acusando a José Luís Rodríguez Zapatero y Elena Salgado de haber mentido -al hacer entrega del bastón de mando-, diciendo que el déficit de España era de un 6% cuando en realidad fue de un 8,5%, dato confirmado por la  contabilidad estatal y por la oficina de estadística europea, Eurostat.  El guarismo, así expresado (un 8,5%) no dice nada, pero la realidad es que la falsedad ocultaba una desviación de más de 20.000 millones de Euros. Pero aquí, ya se sabe, nunca pasa nada. Y cuando pasa, se saluda.

Con la intención de aportar información acerca del asunto a tratar (municipios) me sumergí en Internet. La búsqueda me aportó información dispar, inconexa y variopinta. Pero, por casualidad, el diario gratuito ´20 minutos´ me vino a solucionar la papeleta.

Por cercanía, he conocido el caso del ayuntamiento de Torrelodones (22.354habitantes), en la sierra noroeste de Madrid. Es un ayuntamiento de los considerados ricos en el que el Partido Popular ha venido gobernando con regularidad y cierta comodidad. Pero algunos hábitos de su anterior edil le han hecho perder la mayoría. Y así, un grupo de ciudadanos, que se definen así mismos como «no políticos», se han hecho cargo de los destinos del municipio.  

El diario ´20 minutos´ se ocupó en un número de marzo de esa anomalía política: «No son políticos profesionales,  siguen siendo amigos pese a las dificultades que entraña la gestión del dinero público y algunas de sus fotos institucionales no desentonarían en cualquier página personal de Facebook. Así son los concejales de Vecinos por Torrelodones (VxT)».

Un aspecto importante, sobre todo en los tiempos que corren, es el estado de la buchaca. La alcaldesa de ese municipio madrileño,  Elena Biurrun, ha conseguido cerrar el ejercicio del año 2011 con un superávit de 5,4 millones de euros. En 2011 han ingresado (28,8) más de lo que han gastado (23,4). Bien es cierto, que la anterior corporación dejó saneadas las cuentas.

Vecinos por Torrelodones (VxT), no ha surgido de la noche a la mañana, ni con la intención de hacerse con la concejalía de Urbanismo, objetivo muy habitual en muchas de las ´espontaneidades políticas´ al uso. «Ya en las municipales de 2007 obtuvieron cuatro concejales», recoge Ángel Calleja, autor del artículo.

La síntesis de ese éxito la sintetiza así el periodista: «El único secreto de este éxito es administrar las cuentas de todos como cada uno lo haría con su libreta de ahorros: «Si hay dinero, arreglamos el baño primero, que es lo prioritario, en lugar de comprarnos una tele de plasma en el comercio más caro, que es lo que se había estado haciendo hasta ahora», explica el primer teniente de alcalde, Gonzalo Santamaría, y uno de los fundadores del partido».

Algunas de las «rarezas» de este municipio son, entre otras, que el actual  equipo de gobierno ha cumplido su programa electoral de bajarse el sueldo. Y así lo ha hecho la alcaldesa, reduciendo su soldada en un 20%; sólo ella y dos concejales tienen sueldo, el resto compagina el cargo municipal con su trabajo.

Otra «anomalía», es que han reducido los llamados «cargos de confianza», y eliminado el  coche oficial del alcalde, el servicio de escolta personal y la partida destinada a aperitivos y comidas.

Si ese modelo de gestión lo extendemos por los más de 8.000 ayuntamientos que hay en España, quizás ahora no tendríamos tantos problemas con los buitres de los ´mercados´.

Hay muchos gastos innecesarios que se producen en los ayuntamientos, entre otros el excesivo número de concejales y asesores a sueldo. En muchos casos, además, se suma el que la transparencia en la gestión municipal  brilla por su ausencia, y donde la incapacidad, el oscurantismo y la prepotencia se hacen los amos del lugar.

Un asunto que la sociedad demanda, y que Mariano Rajoy debe acometer con premura, aunque parte de sus huestes se vean perjudicadas.