espacioseuropeos.com (1/4/2008)

José Bono que abandonó la política para dedicarse a la familia -según declaró cuando dimitió como ministro de Defensa-, ahora, al parecer, abandona  a su familia y vuelve a lo que le gusta, donde se mueve como pez en el agua. ¡Señor!, que días de gloria nos a deparar el inefable Pepe Bono.

Pero, por lo que se ha visto hoy, no parece tener demasiados amigos entre sus señorías, ya que su elección ha tenido que consumarse en una segunda votación, algo insólito hasta ahora en el Congreso de los Diputados.

Bono consiguió ser nombrado en la segunda votación con 170 votos a favor y 152 en contra, 26 votos en blanco y 2 nulos. La votación fue secreta, con lo cual desconocemos quiénes fueron los dos votos socialistas que no le apoyaron. Uno de ellos, al parecer, es el del diputado sevillano, Alfonso Guerra. Los diputados nacionalistas le han negado su apoyo.

En la primera votación le faltaron a José Bono ocho votos para  la mayoría absoluta exigida por el Reglamento del Congreso.

Tras leer el acostumbrado discurso, plagado de buenas intenciones, José Bono recibió los aplausos de los diputados socialistas, y también de dos diputados del PP, Eduardo Zaplana y Juan Costa. ¿Le unirá algo inconfesado con ellos?