Guinea Ecuatorial
Abaha (15/6/2008)
A muchos guineanos, incluso a Teodoro Obiang Nguema, casi les da un infarto de miocardio o un ictus cerebral, cuando en la portada del periódico «El País», vieron anunciado un reportaje-artículo titulado «En tierras del tirano. La dictadura de las tinieblas».
Que un artículo o noticia aparezca en un medio de comunicación español, mencionando a Guinea Ecuatorial y criticando a Obiang, es ya una noticia. Pero, claro, después uno lee, repasa la noticia y se percata del contenido subliminal del asunto.
El artículo-reportaje que nos ocupa ahora, sacado de aquí y allá, con visado a Malabo incluido, debe entenderse dentro de la estrategia gubernamental española. Por un lado, seguir apoyando a Obiang Nguema; por otro, un mínimo decoro que les impele a tratar de buscar «otras soluciones», de las cuales algo sabe Plácido Micó y un sector del FDR (Fuerza Demócrata Republicana), además de sectores españoles. Pero, es que además está en juego el gas, el petróleo, las export-import (de todo tipo y color), las empresas «amigas» de Cooperación, sin excluir a funcionarios, políticos y contratados.
Por supuesto, tampoco hay que excluir la estrategia-enfrentamiento entre el Grupo Prisa y Media Pro (diario «Público» entre otros).
Pocos han sido los medios de comunicación, por no decir ninguno, que ha estado abiertamente en contra de la tiranía de Obiang Nguema; escasos los que han denunciado muertes y torturas -con nombres y apellidos, que los tienen- en la ex colonia española; y menos aún los que han defendido a Severo Moto o han puesto en duda ese «contubernio» de «tráfico de armas» para acabar con el sátrapa que impera en ese país.
¿Se ha ocupado «El País», por ejemplo, en tratar de investigar lo que hay detrás del intento de asesinato del líder del FDR, Pedro Germán Tomo Mangue «Mayo», en España? ¿Se ha ocupado la prensa española de investigar cómo llegó a manos de Obiang Nguema, un listado (filiación), elaborado por la Policía Nacional española, de las personas que se encontraban, presuntamente, manifestándose en el verano de 2005 frente a la embajada de Guinea Ecuatorial en Madrid?
Afirma el autor del artículo de «El País» que «nunca se publicó aquel audaz asalto» -se refiere al asalto a varias entidades bancarias de Bata-, algo que no es cierto, y para comprobarlo no hay más que entrar en internet.
Habla el autor de la llegada al poder de Obiang Nguema, pero olvida que su «padrino» fue el Gobierno español; no menciona los expolios de empresarios españoles; no se ocupa de los miles de millones que España ha «dado» a Obiang desde Adolfo Suárez a José Luís Rodríguez Zapatero, sin olvidar a José María Aznar. Por supuesto de la Cooperación española no comenta nada y menos todavía de la sumisión y entreguismo del CPDS (PSOE) a Obiang.
Para el reportaje son un lapsus, las torturas, los asesinatos y los encarcelamientos, por el simple hecho, de no «comulgar» con el dictador.
Hablar de los vehículos que no «llevan matrículas» y anécdotas parecidas, sinceramente, nos parece un insulto a la mínima inteligencia. Quizás lo más interesante ha sido mencionar el affaire del Riggs Bank, la empresa Kalunga (con transferencia al y desde el Banco Santander), aunque ya no importa pues nadie conseguirá nada por ese camino.
La atención a Plácido Micó es más que evidente, resulta empalagosa. Sin embargo, el resto de la oposición, la que no tiene acta de diputado en la Cámara de Representantes de Obiang, la relega. Como también olvida a Severo Moto, que continúa en la cárcel de Navalcarnero (Madrid), a la espera de ¡vayan ustedes a saber…!
Un «corta y pega», para el cual no hacía falta ningún viaje, ni consultas a los amiguetes de la situación, del estahblisment. ¡Mucha foto y poco contenido!