espacioseuropeos.com (20/2/2010)
El día 11 del pasado mes publicamos un artículo titulado «Expectación ante las conclusiones de la Comisión Davids que investiga la implicación de Holanda en la invasión de Irak«, en el que se comentaba que con toda seguridad los resultados de la Comisión Davids, que investiga la participación de Holanda en la invasión de Irak, podría ser fuente de disensiones dentro del Gobierno.
A pesar de las trabas impuestas por el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, que incluso se negó a debatir en el Parlamento ese asunto, la comisión continúo llevado a cabo su trabajo. No obstante -dijimos en aquella ocasión-, que aunque la comisión no iba a determinar si Holanda participó o no en la invasión de Irak, las dificultades del primer ministro holandés vendrán en las comparecencias ante el Parlamento.
Balkenende tendría que decir si el servicio secreto de Holanda verificó las informaciones facilitadas por Estados Unidos referentes a la existencia de armas de destrucción masiva en poder del entonces líder iraquí Sadam Hussein.
A diferencia de otros países -por ejemplo España, donde es harto difícil incluso crear una comisión independiente-, la Comisión Davids ha tenido acceso a todo tipo de documentos, así como a interrogar a funcionarios. Sus conclusiones han sido de tal calibre, que el primer ministro holandés se ha visto obligado a anunciar la disolución de su gabinete, lo que hoy comunicará a la reina Beatriz.
La oposición de los ministros laboristas a que Holanda prorrogue su presencia militar en Afganistán, ha sido la causa principal de esa disolución. Estados Unidos y la OTAN habían pedido a Holanda la continuidad de sus tropas e, incluso, un aumento en los efectivos. Pero allí no hay Carma Chacón ni Zapatero. Ahora, la palabra la tiene el pueblo.
E
l primer ministro, el democristiano Balkenende, considera que su país debe cumplir con su «responsabilidad» y aceptar la petición de la OTAN y de EE. UU. Pero, el laborista Wouter Bos aclaró que la postura de su grupo se «basa en la decisión del Gobierno de retirarse de Afganistán (donde Holanda se encuentra en la provincia sureña Uruzgán) a finales de 2010 y que fue tomada en 2007 con el apoyo de una mayoría parlamentaria», según recoge EFE.
En el transcurso de las negociaciones que la coalición gubernamental ha venido manteniendo sobre la participación de Holanda en la guerra de Afganistán no han ido por buen camino, pues según Bos, «las alternativas del PvdA no contaban», razón por la cual -tras varias horas de conversaciones-, «su partido decidió retirarse de la coalición de Gobierno», informa la misma fuente.