Guinea Ecuatorial
Abaha (7/5/2008)congreso-diputados
El 17 de junio del año pasado, escribimos en esta misma web un modesto artículo (La Delegación de diputados españoles que viajó a Guinea Ecuatorial un «balón de oxígeno» para Obiang Nguema. Llegaron, vieron y «constataron») que hoy tiene la misma vigencia, además de constatar la podredumbre en la que estamos inmersos.

Tres de los diputados que han estado como «observadores» en estas elecciones estuvieron también en aquellas. Estas Señorías son: Mª Rosario Fátima Aburto Baselga (PSOE), Francisco Ricomá de Castellarnauo (PP) y Jordi Xuclá i Costa (CiU).

El artículo que publicamos entonces es el siguiente:

La delegación del Congreso de los Diputados de España que regresó el jueves pasado de su periplo por Guinea Ecuatorial, ha constatado «mejoras», entre otros, en el terreno de los derechos humanos.

La delegación estuvo integrada por seis parlamentarios, todos ellos pertenecen a la Comisión de Exteriores del Congreso: Francisco Ricomá de Castellarnauo (PP, portavoz adjunto); Mª Rosario Fátima Aburto Baselga (PSOE, portavoz); Rosa Delia Blanco Terán (PSOE, presidenta de la Comisión de Cooperación Internacional); Josep Antoni Duran i Lleida (CiU, portavoz y Presidente de la Comisión de Exteriores); Jordi Xuclá i Costa (CiU); y Begoña Lasagabaster Olazábal (Eusko Alkantasuna, portavoz).

Según las informaciones que han transmitido algunas agencias de prensa, la delegación ha «constatado mejoras», tras «tomarle el pulso al régimen de Teodoro Obiang», en materia de derechos humanos, «confirmadas por Cruz Roja». Así lo ha manifestado a Europa Press la portavoz socialista en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Mª Rosario Fátima Aburto Baselga. ¡Que Dios nos coja confesados!

Menos mal que la Cruz Roja  -no sabemos si la guineana, española o internacional-, también constató eso. Que suerte la de ser diputado, gracias a ello rápidamente te contestan y te facilitan todo. Que pena, que cuando ¿murió? el doctor Elías Maho Sicaha, Presidente de la Cruz Roja Guineana, la Cruz Roja (ninguna) no contestase a las cartas que se le enviaron. Claro, que el mismo proceder tuvo otras  instituciones, incluso la Casa Real. A todas ellas se les invitó a un funeral que se organizó en Madrid. Nadie de esas «altas» personalidades contestó; eso sí, mandaron cámaras y «espías» a mogollón.

Los argumentos que aporta la diputada Aburto no se le habrían ocurrido ni a Groucho Marx. Según la agencia Europa Press, «Aburto se refirió a la reciente ley contra la tortura en las cárceles y al hecho de que el Gobierno organice cursos de formación para los policías para que dispensen un trato humano a los detenidos».

Menos mal que mediante cursos de formación para que los policías «dispensen un trato más humano a los detenidos» y con leyes contra la tortura (de esas leyes todos los sátrapas tienen la pluma gastada de echar firmas), se ha terminado con la crueldad que antes era habitual.

Así, de esta forma tan sui generis, el régimen de Obiang Nguema recibe el O.K., vistobueno, de España, para caminar por la senda de los llamados países democráticos o en vías de serlo, aunque sea a fuerza de cursos de formación.

Por supuesto, Teodoro Obiang Nguema se comprometió -por enésima vez- a liberar a cuantos presos políticos se encuentren en las «homologadas» prisiones de Guinea Ecuatorial.

Nada más oír ese compromiso por parte de Obiang, el diputado «popular» Francisco Ricomá de Castellarnauo se apresuró a decirle que eso sería «una señal importante de cara a la comunidad internacional», para demostrar la apertura creciente del régimen. Obiang, para sus adentros o para sus afueras, seguro que estaba desternillándose. ¡Estos españoles, es que mira que son simples…!

Anda, que como se enterase José María Aznar del fiestorro que organizó Obiang Nguema con todos sus ministros el día 19 de abril de 1995, cuando ETA atentó contra él, menuda se iba a llevar el diputado «popular» tarraconense. Por aquellos días, Obiang estaba en la creencia -quizás cierta- que el PP apoyaba a Severo Moto. Y, claro, eso irritaba a Obiang. Cuando se enteró, a través de Santiago Nsobeya, entonces embajador de Guinea en Madrid, que Aznar había sufrido un atentado por parte de ETA, mandó traer champgne -francés, por supuesto- de los supermercados Hermanos Martínez, para celebrarlo.

Nada más enterarse Nsobeya de que Aznar había salido ileso del atentado, llamó a Palacio para decírselo al Jefe. Los gritos, los insultos, las patadas, se oyeron hasta en Akurenán. Entonces, tremendamente irritado, mandó que le pusieran de inmediato en contacto con el embajador de Guinea Ecuatorial en Francia. ¡Se le había ocurrido una idea genial…! Pero de esto se da cuenta detallada en un volumen presto para salir…

Retomemos a las declaraciones de la diputada Aburto: «la delegación abandona Guinea Ecuatorial con la esperanza de que se produzcan liberaciones, aunque no inmediatamente». ¡Que pena que los diputados no se sometan a un juramento hipocrático como los Médicos!, pues con las cosas que dicen, las que luego hacen y los «sapos» que cada mañana se tienen que tragar por seguir saliendo en la foto…

Para curarse en salud, la diputada Aburto, mencionó eso de «aunque no inmediatamente». No es cuestión de mediata o inmediatamente, sino de si su detención ha sido justa o injusta; y si el preso ha podido tener las garantías que usted, ustedes, han constatado. 

Otra constatación -está va a ser conocida como la DELEGACION DE LAS CONSTATCIONES y sus integrantes como DIPUTADO CONSTATANTE- ha sido la de los avances en infraestructuras «que está viviendo el país fruto de la explotación de sus recursos petrolíferos», destacando, cómo no, la oportunidad «que se presenta para las empresas españolas, sobre todo en los campos de la banca y la telefonía, donde no hay competencia, y la esperanza de que esta evolución económica se traslade a los ámbitos social y político».

El consciente, el inconsciente y el subconsciente, traicionan al más pintado ¿verdad?

La libertad que han gozado los diputados y diputadas para moverse a lo ancho y largo del país ha sido total; pero, por si acaso no les han dejado un momento a solas. Además, ellos tampoco pretendían nada especial.

¿Han constatado las «lujosas» viviendas, sin agua, electricidad ni servicios sanitarios,  ni camas, que tiene la mayoría de la población? ¿Han constatado el número de familias que se han quedado sin ese pobre hogar por desalojos forzosos?  ¿Han constatado lo que ganan los funcionarios y el resto de los trabajadores? ¿Han constatado la existencia de una mínima red hospitalaria? ¿Han constatado el estado de algún hospital? ¿Han constatado el estado y situación de los presos en las comisarías, cuarteles y prisiones? ¿Han constatado, a través de sendas visitas, el número y estado de los presos políticos? ¿Han constatado el sentimiento que tienen y la situación en la que se encuentran las familias de esos presos?

 ¿Han constatado de qué murieron y estas personas: Pedro Motú,  Florencio Maye Elá, Eulogio Oyó Riquesa, Jesús Alfonso Oyono Alogo, Buenaventura Ochaga Ngomo, Edmundo Bosio Dioko, Gori Molubela, el Arzobispo Rafael María Nzé Anuy, Expedito Rafael Momo Bokara, Jesús Eworo Michá, Bienvenido Samba Momesori, Atanasio Bita Rope Laesa…? La lista es muchísimo más larga. Hay, también, españoles…

Eso sí, se han entrevistado con todos los partidos políticos opositores «como una muestra de voluntad por parte de un régimen que quiere abrirse a la diversidad». ¡Que bonito! Pues, señores diputados, para entrevistarse con los opositores no hacia falta viajar a Malabo, pues una gran parte de ellos están en Madrid. A los que ustedes han visitado son una oposición prefabricada desde el Gobierno español y con dinero español.

La guinda del viaje viene aquí:  Obiang les pidió la presencia de observadores españoles en los comicios que el país va a celebrar en el año 2008 (elecciones locales y legislativas) y en 2009 (presidenciales), así como expertos para que «ayuden» al Gobierno en la preparación de las elecciones…

Los diputados se comprometieron a atender estas peticiones, ya que ese era uno de sus objetivos. Claro, que ahora vendrán las discusiones, pues como siempre hay pasta, mucha pasta por medio, pues se enzarzarán unos con otros y luego «cantarán» a la prensa.

Queda claro, que el Pacto Diabólico sigue su marcha y ahora se acelera con la Comisión de las Constataciones…

Llegaron, vieron y «constataron».


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