Siria
espacioseuropeos.com (3/12/2011)asad-presidente-de-siria
Todo hace pensar que los días del presidente Bashar Asad están contados, al menos los de su régimen. Las manifestaciones que no cesan, la represión gubernamental que va en aumento, los cierres de embajadas occidentales, bloqueo de cuentas bancarias, etc., etc., así lo indican.

A todo esto se ha venido a sumar la condena de la ONU, aprobada ayer viernes por el Consejo de Derechos Humanos, y que el gobierno sirio ha considerado injusta y fundamentada en un «informe descaradamente politizado» realizado por «enemigos» del régimen sirio.

La condena de la ONU alude a  «generalizadas, sistemáticas y graves violaciones de los derechos humanos y libertades fundamentales» cometidas por las autoridades de Siria con el objeto de acallar las protestas de la oposición al régimen de Asad.

La oposición siria ha respondido a las acusaciones del gobierno sirio, que afirma que los «enemigos del régimen» están apoyados por potencias occidentales, negando intervención extranjera para derribar al gobierno. Por su parte, Siria ha suspendido su participación en la Unión para el Mediterráneo,  en respuesta a las sanciones impuestas por la Unión Europea.

Ayer, la agencia de noticias RIA Novosti publicó una información, procedente de fuentes diplomáticas, harto interesante, referida a que «servicios secretos de una serie de países planean organizar el suministro de armas y contribuir a la preparación militar de grupos de la oposición en Siria».

De acuerdo con esa misma fuente, «Qatar es uno de esos países que trabaja activamente en la organización del suministro de armas desde Libia hacia Turquía para ser entregadas a los militantes del denominado «Ejército Libre de Siria» (ELS);  en las gestiones para financiar al ELS a través de Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia, cuyo presidente Mustafá Abdeljalil declaró públicamente su apoyo a la oposición de Siria».

Qatar parece estar liderando, desde el mundo árabe, una firme oposición a Siria, como antes hizo con Gadafi, aunque no es impensable que potencias occidentales se encuentren detrás de esa estrategia política.

Hace pocos días, Exteriores de Libia lanzó  un comunicado urgente a los ciudadanos libios que residen en Siria, en el que se pide que abandonen el país lo más urgentemente posible. Otros países árabes y occidentales han hecho el mismo llamamiento.

Desde el pasado mes de marzo, Siria está envuelta en un mar de protestas y de enfrentamientos entre opositores y las fuerzas de seguridad gubernamentales. Al parecer, hasta el momento se han producido más de 4.000 muertos y muchos más de heridos, cifra que el gobierno sirio rebaja hasta los 1.500, incluyendo a militares y policías.

Riad Al Assad, ex coronel de la Fuerza Aérea siria, que en la actualidad reside en Turquía,  es la persona que lidera el ELS, integrado en su mayor parte por desertores del Ejército sirio.

Negros nubarrones se ciernen sobre el territorio sirio.